"Ajustamos sobre la marcha. Eso es el jazz"

La reunión entre el legendario vibrafonista Gary Burton y el joven pianista tinerfeño Polo Ortí viene avalada por el Gobierno de Canarias a través del programa Estrejazz. "Gary Burton es mi ídolo desde que era un crío y escuchaba sus discos", explica Ortí. "En realidad es más que eso, es mi dios. Me parece increíble haber tenido la oportunidad de conocerle y tocar y viajar con él, lo que me ha permitido descubrir que, además de un gran músico, es la persona más cercana y humilde que pueda imaginarse, y eso me hace admirarle todavía más". Gary Burton de 66 años, es uno de los pocos músicos de jazz que se ha declarado gay públicamente.

Gary Burton. Conocí a Polo hace 20 años, durante un seminario que organizó la Universidad de Berklee en Madrid. Al final del mismo, me dio una casete con su música. Me la llevé a casa, la escuché y ahí se quedó la cosa hasta que, al cabo de los años, estaba buscando una canción para un disco con Pat Metheny y me acordé de algo que había escuchado en aquella cinta. Se la puse a Pat y le gustó. Luego resultó que nos hacía falta una canción más para completar el disco, y elegimos otra de Polo. Y cuando estábamos ya en el estudio de grabación, una tercera. Ése fue el comienzo de nuestra relación.

"Muchos creen que soy un músico de tango. Pero no tengo pinta"

"Hay momentos en que surge algo inesperado sobre el escenario"

Pregunta. ¿Cómo surgió esta nueva reunión?

Respuesta. El año pasado por estas fechas, Polo me propuso formar un grupo para dar algunos conciertos. Me pareció una gran idea. De ahí pasamos a la fase del intercambio de música. Él me hizo llegar un paquete con sus nuevas composiciones y yo fui eligiendo, "ésta sí", "ésta no", y a la inversa. Luego yo le propuse a los músicos, quedamos en vernos todos en Las Palmas para ensayar un par de días antes del concierto y aquí estamos.

P. No se habla de cualquiera. En esta gira, van a estar acompañados por un verdadero "supergrupo", con Antonio Sánchez a la batería, Scott Colley, al bajo, y Julian Lage, a la guitarra.

R. Creo que difícilmente puede reunirse un grupo mejor que ese hoy en día. De hecho, estoy muy ilusionado con este proyecto porque es algo totalmente nuevo para mí. Nueva música, nuevos músicos. Acabamos de empezar y nos estamos descubriendo unos a otros al mismo tiempo que el público descubre nuestra música. Es una experiencia muy intensa. Cuando llevas un tiempo tocando con los mismos instrumentistas, todo se vuelve predecible, lo que no es necesariamente malo. Pero con esta banda, nunca sabes qué va a ocurrir en el momento siguiente. Por ejemplo, en el concierto que dimos el miércoles en Las Palmas, que fue el primero, hubo momentos en que, de repente, surgía algo inesperado que nos dejaba a todos con la boca abierta. Y eso lo nota el público.

P. En el repertorio que van a interpretar esta noche no faltará el tango, un género por el que usted tiene predilección.

R. Mi amor por el tango viene de mi relación con Astor Piazzolla, con quien toqué en numerosas ocasiones en los ochenta y con quien grabé un disco. De hecho, teníamos grandes planes, pero falleció. Entonces creí que aquel iba a ser el final de mi "etapa tanguera", hasta que un día me llamó un amigo argentino sugiriéndome que llamara a los miembros de la orquesta de Piazzolla a ver si era capaz de reunirles de nuevo. Lo hice y, cosa rara, accedieron. Desde entonces vengo reuniéndome con ellos cada cuatro o cinco años. Ahora en Argentina muchos creen que soy un músico de tango, lo que tiene su gracia porque, lo que se dice, pinta de músico de tango no tengo.

P. ¿Qué se va a encontrar el público que asista al concierto?

R. En realidad no sabemos lo que vamos a tocar. Tenemos ensayadas 14 piezas y luego se verá, pero incluso lo que tenemos ensayado lo vamos ajustando sobre la marcha. Pero esto es el jazz, improvisación, ¿no le parece?

Hoy, en el teatro Fernán-Gómez Gary Burton. Esta noche, a partir de las 21.00. Pone fin a la "semana grande" del XXVI Festival de Jazz de Madrid.