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La ciudad se coloca la boina

El tráfico y las condiciones meteorológicas ensucian el cielo de Madrid

Jesús Sérvulo González

Una vista de la ciudad desde el helipuerto de Torre Picasso, en el centro de Madrid revela el grado de contaminación de la ciudad. La nube de polución crea un efecto visual que convierte el cielo de la ciudad en una densa boina grisácea. Una paleta de grises y azules dibujan el horizonte de Madrid.

La estabilidad meteorológica y el tráfico son los principales culpables de la polución. La escasez de lluvias impide que se limpie el cielo del sucio humo que escupen los tubos de escape. Ayer el sistema de vigilancia de la calidad del aire del Ayuntamiento de Madrid revelaba que había niveles "admisibles" de partículas en suspensión y dióxido de nitrógeno (NO2). Sin embargo, el cielo presentaba su habitual tono grisáceo. Según los datos de la red de medición municipal, 14 de las 22 estaciones registraban valores superiores a los recomendados por Bruselas para las partículas en suspensión (50 microgramos por metro cúbico) a las nueve de la noche. La estación de la plaza de España marcaba 145 microgramos a esa hora, un nivel considerado como "muy malo" por el propio Consistorio.

Respecto al dióxido de nitrógeno, procedente de la combustión de los coches, la legislación europea impide que a partir de 2010 se superen los 200 microgramos por metro cúbico de aire. Ayer la estación de medición ubicada en la plaza de Gregorio Marañón registró una concentración de 250 microgramos a las 20.45. Este nivel supera el valor límite establecido para la protección de la salud humana, según consta en la página web municipal.

El Consistorio madrileño ha aprobado un plan para reducir la contaminación en el centro de Madrid. Prevé peatonalizar algunas calles y restringir el tráfico en algunas zonas del centro. Pero el proyecto aún no está detallado. Lo que si está previsto es reducir el número de las estaciones de medición porque lo dice Bruselas. La excusa permitirá al Consistorio reducir la polución. Al menos en los papeles.

Vista de la contaminación sobre la ciudad, ayer desde el helipuerto de Torre Picasso.
Vista de la contaminación sobre la ciudad, ayer desde el helipuerto de Torre Picasso.BERNARDO PÉREZ
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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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