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EL RINCÓN

Jaime Chávarri, un director sin géneros

"Menos mal que esta crisis no me ha cogido a los 40", asegura el realizador, que será homenajeado en Segovia

Rocío García

Un llamativo neón en azul y rojo -Boite de Cartagena, se lee- y una bonita foto de Jean Renoir, su padre artístico, presiden la entrada, paredes de color naranja, del estudio y la casa madrileña de Jaime Chávarri, un espacio dominado por alfombras orientales y muebles antiguos. Sobre la mesa, El Día D, de Antony Beevor, el último libro que está leyendo con pasión este realizador, a quien el próximo día 21 la Muestra de Cine Europeo Ciudad de Segovia dedica un homenaje a toda su carrera: 15 películas de cine, además de series de televisión y mucho teatro. Ha vivido de los encargos -"yo lo que quería era hacer películas"- y por eso se califica a sí mismo de director sin imagen, sin géneros. "He sido un realizador al que no se le ha asociado nunca con un tipo determinado de películas y eso no está nada mal", dice medio tumbado en un cómodo sofá y rodeado de coloridos cojines. Para Segovia tiene que elegir la proyección de seis de sus películas y de momento tiene dos decididas: por supuesto, El desencanto, esa insólita y cruel disección de la familia española en pleno franquismo a través de la viuda y los tres hijos del poeta Leopoldo Panero, realizada en 1975, y Sus ojos se cerraron, un filme rodado en Argentina sobre Carlos Gardel que no tuvo apenas distribución y al que su realizador se refiere como "quizás mi mejor película". Tiene 66 años y lleva un tiempo en un ocio o paro obligado, al que poco a poco se está acostumbrando y le está cogiendo gustillo, aunque en algún momento de la conversación le sale la pregunta, con tono algo dolido: "¿Y por qué no trabajo yo? Los de mi generación no sabemos si estamos retirados o no". Y enseguida se responde: "Por otro lado, está muy bien descansar, menos mal que esta crisis no me ha cogido a los 40 años". Este ocio y la crisis le han metido más en la cocina, -"se acabaron los restaurantes"- donde hace deliciosos guisos y verduras al vapor. "La desaparición de toda una generación de productores que amaban el cine" y la política que prima las grandes producciones le hacen ser muy crítico con el panorama actual. "Un productor no se puede formar pensando en las películas que les gustan a las televisiones, una cosa es que las cadenas ayuden y otra que decidan. Además, nuestra industria no tiene la fortaleza para que todos hagamos películas de gran presupuesto. No hemos demostrado ser capaces de hacer películas de romanos, excepto excepciones. Para llegar a hacer Ágora, Amenábar ha tenido que empezar haciendo Tesis. La gente tiene que aprender y no se puede aprender haciendo Ágora".

El cineasta Jaime Chávarri  retratado en su estudio madrileño.
El cineasta Jaime Chávarri retratado en su estudio madrileño.BERNARDO PÉREZ

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