La alegría de vivir y la soledad

Los colores, la alegría y el movimiento dominan el universo de la película Pepperminta, de Pipilotti Rist. La soledad, el silencio y la austeridad dan forma a Nada personal, de Urszula Antoniak. Son los dos filmes de la Sección Oficial presentados ayer en Sevilla Festival de Cine Europeo.

Pepperminta, una coproducción de Austria y Suiza, cuenta las peripecias de una chica (su nombre es el de la película) a la que le gusta romper las barreras de lo cotidiano. Su vida es una fiesta en la que la imaginación juega un papel principal. Es una entusiasta de los colores y de descubrir a la gente las inmensas posibilidades de felicidad que esconde la vida. Tiene dos amigos, un chico gordinflón al que saca de la rutina de su hogar, y una chica, a la que enseña a quererse a sí misma. A veces, su vocación de repartir la alegría origina la furia de algunas personas antipáticas. Pero esto no le importa a Pepperminta, que está interpretada por Ewelina Guzik.

'Pepperminta' habla de lanzarse a vivir; 'Nada personal' se centra en el silencio

"El filme sugiere que se debe reflexionar sobre el grado de censura de nuestras vidas y sobre qué cosas nuevas podemos hacer", comentó Rist, cuyas instalaciones y películas se han exhibido en museos y festivales internacionales.

La menstruación ocupa un lugar esencial en el filme como fenómeno generador de vida, como fuerza motriz del ser humano. "La sangre de la menstruación se utiliza como un símbolo. La sangre se utiliza habitualmente en los rituales religiosos. En la película cambia toda esta concepción. Si a una chica le viene la regla se organiza una fiesta", señaló Rist. "La sangre ha tenido un uso violento como símbolo hasta ahora. En la película he querido utilizar la sangre como algo positivo, dándole una nueva interpretación. Hay que darle a la sangre un significado nuevo", agregó Rist, que, nacida en 1962 en Grabs (Suiza), se ha dedicado, sobre todo, a las instalaciones de vídeo y audio.

Los colores estallan en la película en una llamada a lanzarse a la vida como quien salta desde lo alto de un trampolín. El rojo se erige como el rey de la gama de colores. "El rojo es un color que debe fluir. Si deja de fluir se convierte en negro. Prefiero que haya ambivalencias y contradicciones en mis películas. Si no existe la autocrítica, el rojo se convierte en negro o rojo oscuro", dijo la directora, que confesó que, al idear a la protagonista del filme, estuvo influida por Pippi Calzaslargas, el célebre personaje creado por la escritora sueca Astrid Lindgren.

Por su parte, Nada personal es una coproducción entre Holanda e Irlanda que transita por caminos muy distintos a los de Pepperminta. Nada personal relata la historia de una chica holandesa que recorre los senderos de Irlanda. Elige ser vagabunda y goza con la soledad de los paisajes de Connemara. La chica, que encarna Lotte Verbeek, encuentra a un hombre maduro, interpretado por Stephen Rea, que vive solo en una casa apartada y que le ofrece trabajo a cambio de comida. La joven acepta con la condición de que la relación quede reducida al ámbito del trabajo.

"La película tiene como idea principal la soledad como una elección personal, como una expresión de libertad", dijo Antoniak. "La protagonista es como una piedra en movimiento, algo que nunca se detiene. Sólo necesita cosas básicas: agua, un poco de comida, un sitio para dormir... No cambia de principio a fin. La única diferencia es que acaba con una tarjeta de crédito", afirmó la directora.