"No somos Berlín o Venecia, pero somos grandes en calidad"
Rodeado de pilas de papeles y con el teléfono móvil a punto de explotar, Eduardo Trías (Sevilla, 1961), director del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva por cuarto año consecutivo, celebra en su despacho de la Casa Colón, antiguo hotel británico del centro onubense, "la gran oferta y la gran calidad de las 111 cintas que representan la mejor producción cinematográfica latinoamericana del último año".
El sevillano, elegantemente vestido de negro, celebra que la crisis no haya afectado demasiado a la 35ª edición del certamen, que comienza esta noche y finaliza el próximo sábado, y vuelve a reunir en la capital a directores, productores y actores procedentes de 17 países iberoamericanos y cinco europeos (Alemania, Francia, Portugal, Reino Unido y España).
El director insiste en la importancia de este acontecimiento cultural, "el más importante del año en la provincia", y enfatiza la calidad humana de los onubenses, que reciben a los participantes en el festival con entusiasmo y generosidad. "Siempre digo que aquí se llega como profesional y se marcha como amigo", se ríe.
El público ha reaccionado bien a la convocatoria cinematográfica y "en los últimos tres años ha aumentado su presencia en las salas en un 53%", cuenta. Pero Trías, sobre todo, quiere destacar la utilidad de este encuentro, en el que muchas películas despegan y suelen tener trayectorias exitosas con la recompensa incluso de premios Goya o la participación en los Oscar.
En la ciudad se reúnen unos 100 productores, distribuidores y creadores "con su proyecto bajo el brazo". Para poner en contacto a unos con otros se organiza el Foro de Coproducción, al que asisten empresarios de firmas tan conocidas como la estadounidense Disney. "Queremos ser útiles para la cultura, la industria y los ciudadanos". Por eso, Trías define el festival de cine como un "acontecimiento cultural, profesional y mediático". "En la prensa latinoamericana está teniendo gran proyección", añade.
Este año compiten por el Colón de Oro países con escasa producción cinematográfica como Perú o Bolivia. "Las cintas cubanas, con gran tradición y calidad, no están presentes porque su industria se resiente de la situación económica actual". Sin embargo, Trías menciona con alegría la inclusión este año de una producción panameña. "La productora dice que se trata del primer largometraje de ficción, con equipo y distribución comercial, que estrenan fuera del país desde 1942".
Esta noche, en la gala inaugural, está previsto el estreno de la película de coproducción hispanoargentina El corredor nocturno (2009), dirigida por Gerardo Herrero, cuyos papeles protagonistas recaen en los actores Leonardo Sbaraglia y Miguel Ángel Solá. "Este es un gran festival mediano", concluye Trías. "En dimensión no somos Berlín, Venecia o Toronto, pero somos grandes en calidad, proyección, valor humano y cercanía", sonríe el director.
Un total de 13 largometrajes y 12 cortos compiten por el Colón de Oro en ambas secciones oficiales. El certamen, recuerda Trías, incluye otras proyecciones, "que también son muy importantes". Se trata de documentales sobre los países participantes, "que este año destacan por su gran calidad", y secciones especiales, como las dedicadas al colectivo de gays, lesbianas y transexuales. También hay películas para los más mayores y para los amantes del rock.
