Los candidatos de la Universitat descartan (por ahora) alianzas
Las cuatro opciones confirman la elección a rector más reñida de la institución
Las cartas ya están descubiertas. La carrera al rectorado de la Universitat de València, que parecía muy parada antes del verano, ha acabado sumando el sorprendentemente alto número de cuatro candidatos. Aunque la lógica parece aconsejar la unión de fuerzas, el origen de los aspirantes y la forma en que han tomado su decisión parecen descartar, de momento, alianzas. No las habrá antes de las elecciones a claustro del 26 de noviembre. Y sólo un catastrófico resultado en ellas (ese día los candidatos sólo pueden ser votados por sus compañeros de facultad, lo que permitirá medir con qué fuerzas cuentan en casa) podría desencadenar acuerdos rápidos.
El último en presentarse ha sido Esteban Morcillo, catedrático de Farmacología y vicerrector de Investigación. Morcillo ha integrado en su candidatura a María Vicenta Mestre, vicerrectora de Estudios, con quien compitió para ver quién era el candidato del actual gobierno de la universidad. Y es más que probable que incorpore a más miembros del equipo.
El rector no se ha decantado en público por ningún aspirante
Esa condición supone, de entrada, una ventaja: los servicios centrales suelen inclinarse por el candidato de dentro, y desde la sede del rectorado es más sencillo reunir un aparato eficaz. Pero esa abundancia de vicerrectores puede implicar también un incoveniente si se percibe como demasiado continuista.
Los otros tres candidatos son: Antoni Furió, catedrático de Historia Medieval y director del Servei de Publicacions de la Universitat; Vicent Soler, catedrático de Economía Aplicada, ex consejero de Administraciones Públicas con Joan Lerma y ex vicepresidente de las Cortes; y María Antonia García Benau, catedrática de Economía Financiera y Contabilidad, ex secretaria general del Consejo de Coordinación Universitaria, y directora de la UIMP en Valencia.
Los dos últimos comparten facultad, un problema en sí mismo que, además, puede dispersar el efecto campus de Tarongers (del mayor campus de la universidad no ha salido nunca un rector y hay allí un sentir bastante extendido de que ya es hora). Pero cada uno viene de un lugar. Benau, de la antigua Escuela Universitaria y Soler de la facultad. Y eso en Economía sigue siendo una diferencia importante. Benau tiene a su favor que nunca ha habido una rectora, pero hasta el momento no ha logrado un inequívoco apoyo de las mujeres universitarias. Ninguno de los dos (Soler tiene carné) ha negado tener buenas relaciones con los socialistas.
Furió se presentó como candidato en el marco del movimiento de participación que se puso en marcha en junio en el campus de Burjassot, y aunque sus apoyos no vendrán sólo desde ahí, es, entre los candidatos el más cercano al Bloc, la histórica corriente mayoritaria de la Universitat.
¿Y qué opina el actual rector, Francisco Tomás? Hasta ahora parece mantenerse imparcial. Y de ahí cada uno extraerá conclusiones.
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