El PSE liga su voto a las cuentas de Vizcaya a sus enmiendas

El presupuesto de la Diputación de Vizcaya para 2010 se topó ayer con los primeros reparos del PSE. El secretario general de los socialistas vizcaínos, José Antonio Pastor, criticó que las cuentas "están más pensadas para vender determinados proyectos estrella del diputado general", el peneuvista José Luis Bilbao, que para atender las "verdaderas necesidades" de los ciudadanos. Aún así, no cerró las puertas a un posible respaldo en la votación si se atiende un "número sustancial" de sus enmiendas.

Tras aclarar en Bilbao que el balance presentado no es el del PSE y que su partido "ni siquiera ha colaborado" en la elaboración, Pastor reveló que la postura definitiva se adoptará en función de si las aportaciones presentadas "son aceptadas o no". La ejecución del presupuesto foral, en cualquier caso, queda garantizada, ya que los socialistas no contemplan como opción el voto en contra. Ni siquiera en el contexto menos favorable. Su espectro se mueve exclusivamente "entre el sí y la abstención".

Los socialistas ya avalaron el último balance al aceptarse sus propuestas

La afirmación de Pastor no es gratuita. Deriva del reciente acuerdo de estabilidad institucional firmado entre PNV, PSE y Hamaikabat. El objetivo no es otro que garantizar la gobernabilidad de las instituciones que dirigen estos partidos, sobre todo en el marco actual de recesión. La formación nacionalista ya avanzó que no entorpecería la aprobación de los presupuestos de los gobiernos central y vasco. La réplica socialista llega ahora en Vizcaya y se extenderá también al resto de diputaciones y ayuntamientos.

El secretario general de los socialistas vizcaínos, sin embargo, prefiere encuadrar su respaldo en la política de "responsabilidad" que, a su juicio, siempre ha seguido el partido desde la oposición. El año pasado, y sin acuerdo escrito de por medio, el PSE ya aprobó el presupuesto de Vizcaya gracias a la consideración de una serie de enmiendas dirigidas a incrementar el gasto social y la inversión en municipios bajo su gobierno. Aún así, Pastor se despachó ayer a gusto al denunciar la "incapacidad foral para culminar sus propias previsiones presupuestarias". Según desveló, "el grado de ejecución" de las cuentas del territorio para 2009 sólo se sitúa actualmente "en el 76%".