La Reina va a clase de historia de la música

La historia de la música se remonta a la prehistoria, aunque en los conservatorios, al menos en Occidente, los profesores suelen partir de la Edad Media para confeccionar el programa de la asignatura de Historia General de la Música. Andaba ayer al mediodía el compositor y académico del Conservatorio del Liceo de Barcelona Víctor Estapé contándoles a sus alumnos el Renacimiento en Francia -el curso empezó hace más de un mes-, cuando un tropel de fotógrafos y cámaras de televisión, seguidos de un nutrido grupo de redactores de medios de comunicación, asaltaron el aula previamente tomada por escoltas de la Casa Real.

Trataba vanamente Estapé de impartir su lección como si nada ocurriera, aunque el rumor de los periodistas dejaba en sordina sus enseñanzas, cuando la reina Sofía entró en el aula. Saludó al profesor, se interesó por el alumnado y sin pensárselo dos veces tomó asiento en primera fila. Estapé siguió como pudo su enseñanza mientras los fotógrafos ametrallaban con sus cámaras el momento. Pasados 10 minutos y visto que en visita oficial su presencia ya había alterado en demasía la rutina académica, Doña Sofía se levantó y se despidió de los alumnos deseándoles "mucha suerte" y que prosiguieran la clase "en paz y tranquilidad".

Antes de su imposible lección de Historia de la música, Doña Sofía inauguró oficialmente en el nuevo edificio del Conservatorio del Liceo, situado en el barrio del Raval de Barcelona, no lejos de su histórica sede desde hace 172 años en el último piso del Teatro del Liceo. El funcional edificio, diseñado por el arquitecto Dani Freixes, cuenta con 10.000 metros cuadrados repartidos en cinco plantas, que cuentan con 90 aulas, más dos niveles de sótano que albergan un auditorio para 400 personas, que ayer se estrenó con un concierto, una sala de cámara y una de ensayos para orquesta.

El nuevo edificio acoge los estudios superiores de música y abrió formalmente sus aulas a los estudiantes el curso pasado.