¿Masoquismo?
Desde hace semanas, no salgo de mi asombro por las reacciones de algunos ciudadanos ante la avalancha de casos de corrupción que está anegando nuestra vida pública. Alcaldes pillados con las manos en la masa vitoreados por sus propios vecinos, presidentes de comunidades autónomas, sospechosos de todo tipo de delitos, aplaudidos y ensalzados por sus votantes, imputados en casos de uso privado de los recursos públicos disculpados por gente que ve todo eso normal, y ahora, en el caso de Santa Coloma, ciudadanos supongo que honrados preguntándose qué hace la Audiencia Nacional metiéndose en temas "puramente catalanes". Aparte de que ya hemos visto lo que ha hecho un tribunal "puramente catalán" con el caso Millet, yo me pregunto: ¿Es que nos va la marcha? Así, la idea que prevalece es que los que no son "de los nuestros" no tienen derecho a reaccionar ni a opinar, y mucho menos a acusar o a juzgar. No sé si esto se puede clasificar de síndrome de Estocolmo o, simplemente, de masoquismo puro y duro. Yo, a todos estos políticos corruptos, sean de donde sean y vivan donde vivan, los juzgaría sumariamente y los expulsaría de la vida pública de por vida. Y el juez que lo haga, bienvenido sea.
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