Guipúzcoa suma 150 millones a su deuda y penaliza el gasto corriente

El mantenimiento de la caída de los ingresos en 2010 ha llevado a la Diputación de Guipúzcoa a imponerse un estricto plan de austeridad para cuadrar sus cuentas para el próximo ejercicio. El Ejecutivo foral se ha visto obligado a incrementar la deuda en 150 millones de euros, por encima de los límites legales, y sacrificar fuertemente el capítulo de los gastos corrientes, hasta reducirlos en un 12%. Así, el presupuesto operativo de Guipúzcoa para el año entrante ascenderá a 904,3 millones de euros, un 1% más que este año.

El proyecto presupuestario llegó ayer a las Juntas Generales con una apreciable disminución de los ingresos tributarios. El año que viene se recaudarán 3.629 millones por impuestos, un 16,43% menos que lo previsto para este año. Además, la Diputación dejará de percibir en 2010 los 106 millones de euros que le adeudan los ayuntamientos por la liquidación negativa del Fondo Foral de Financiación Municipal. Los consistorios han pactado con la Diputación satisfacer esta cantidad en el periodo 2011-2013.

La Diputación gestionará 904,3 millones, un 1% más que este año

Esta notable merma será compensada, en gran medida, con un elevado endeudamiento de 150 millones, muy por encima de las ratios para el déficit que fija la Ley de Estabilidad Presupuestaria, lo que obliga a la Diputación a elaborar un plan económico financiero para equilibrar las cuentas en cuatro años. Guipúzcoa cerrará 2010 con una deuda acumulada de 509 millones.

El diputado general, Markel Olano, y el titular de Hacienda, Pello González, explicaron que las cuentas son "austeras" y orientadas a favorecer la recuperación económica y salvaguardar la protección social de los más necesitados.

La Diputación reducirá en un 14,4% (549 millones menos) sus aportaciones al Estado, el Gobierno vasco y los ayuntamientos. González explicó que el pago al Cupo se reducirá en 210 millones con respecto a lo liquidado este año (un 63% menos). El recorte de los gastos corrientes implicará la congelación de los sueldos de los funcionarios, no tocar las retribuciones de los altos cargos y un fuerte recorte de las subvenciones. Entre los damnificados se encuentran la Quincena Musical y el Zinemaldia, que verán disminuir sus ayudas en un 6,6%. La partida destinada a la Quincena pasa de 477.750 euros a 446.250 euros, y la del Festival de Cine donostiarra se reduce de 910.000 a 850.000 euros.

El certamen cinematográfico ya ha visto congeladas este año las subvenciones que recibía del Ministerio de Cultura, el Gobierno vasco, la Diputación y el Ayuntamiento donostiarra. Salvo el ente foral, el resto aportaron un millón de euros cada uno. En septiembre pasado, el director del Zinemaldia, Mikel Olaciregui, puso el grito en el cielo ante la pérdida de apoyo económico de las instituciones y advirtió de que la categoría del certamen podría resentirse sin un presupuesto a la altura de su prestigio internacional.

La Diputación justifica esta decisión en la necesidad de aminorar los gastos en un "año difícil", explicó Olano, para quien los recursos que manejará el Departamento de Política Social (el 38,5% del presupuesto de gestión) siguen siendo la prioridad. Otro pilar es la inversión, que alcanzará los 347 millones.

A las cuentas se han añadido los 100 millones del plan anticrisis, de los que 34 millones los gestionará el Departamento de Innovación y otros 31 millones, el de Infraestructuras Viarias. El gabinete del diputado general asumirá 13 millones del citado plan, lo que motiva que las partidas de su departamento casi se dupliquen para 2010.

Olano y González entregaron además en las Juntas el proyecto de norma de medidas fiscales, que incluye eliminar el Impuesto de Patrimonio, la supresión parcial de la deducción de los 400 euros y aumentar al 20% la tributación a las rentas de capital.