Los ladrones sólo robaban a famosos
Una banda se apoderaba de objetos de las estrellas de Hollywood a las que idolatraba
Cegados por el brillo de la fama, quizá aburridos, buscaban sus 15 minutos de gloria. Ésta podría ser la motivación del grupo de jóvenes que esta semana pasaron a disposición judicial acusados de robar a las estrellas. En cualquier caso, no era el dinero. Ya tienen hasta un nombre: "Los ladrones de las colinas de Hollywood". Se trata de Diana Tamayo, de 19 años; Courtney Ames, Alexis Neiers y Nicholas Frank Prugo, de 18; y Ray López, de 27. Todos ellos han sido acusados de los robos perpetrados en el último año en los hogares de Megan Fox, Paris Hilton, Lindsay Lohan, Orlando Bloom o Rachel Bilson. En algunos, supuestamente entraron varias veces. El botín eran las joyas, la ropa de marca o los accesorios que muchas de estas estrellas ni echaron de menos hasta días más tarde pensando que los habían dejado en otro sitio. Un alijo que está valorado en más de tres millones de dólares. Y sin embargo, tanto la acusación como algunos de los que rodean a los detenidos afirman que el móvil no era necesariamente el dinero sino la fama.
Según informaciones de la policía, la supuesta banda de ladrones estudiaba detenidamente los programas de televisión dedicados a los ricos y famosos, la prensa rosa era su lectura diaria y los blogs y páginas webs centrados en las estrellas su biblia. Allí localizaban las direcciones de sus víctimas, estudiaban las entradas a sus casas y se hacían a la idea de cómo ubicar esas joyas o esos trajes que les veían lucir. Y luego, utilizando como agenda el calendario de apariciones públicas de la estrella, conocedores de en qué gala de premios estarían divirtiéndose o a qué acto benéfico acudirían, entraban en sus hogares y se apropiaban de los objetos seleccionados con anterioridad. A veces ni tan siquiera para venderlos. Sólo para disfrutar de la fechoría y lucir ese reloj o ese vestido como símbolo de victoria.
Varios de los detenidos son alumnos del instituto Indian Hills, en Agoura Hills, un barrio acomodado de Los Ángeles donde es habitual ver aparcados en el campus BMW o Audi y donde, por ejemplo, Tamayo es considerada una estudiante ejemplar que ha disfrutado de diferentes becas. López, el mayor del grupo y que trabajaba como camarero, supuestamente se encargaba de traficar con los artículos robados. Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad instaladas en la casa de Lohan y de Audrina Patridge, víctimas de estos robos en dos ocasiones, dieron el pasado septiembre las primeras pistas en este caso.
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