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La Fiscalía exige cambios "sustanciales" en el centro de menores de Deba

Secunda las críticas del Ararteko a la gestión de la Diputación de Guipúzcoa

Casi ocho meses después de que decenas de menores inmigrantes enviados por la Diputación de Guipúzcoa a su centro de acogida de Deba denunciaran ante la justicia malos tratos y abandono, la Fiscalía provincial ha confirmado la existencia de "serias deficiencias" en su funcionamiento y ha exigido al ente foral cambios "sustanciales". Según fuentes judiciales, las inspecciones del Ministerio Público confirman el duro diagnóstico ya realizado por el Ararteko en su resolución hecha pública tras una denuncia de SOS Racismo. Desde la creación del centro, en febrero, decenas de chavales se fugaron del mismo -relataron que varios educadores marroquíes recurrían a insultos y malos tratos- y protagonizaron una serie de robos y delitos que disparó la alarma social en todo el territorio.

La Diputación denuncia a una militante de SOS Racismo

La pasada semana, la Fiscalía envió un escrito a la Diputación de Guipúzcoa en el que exige -tiene potestad para ello- que se modifique el planteamiento del polémico centro. Según las citadas fuentes, ni el emplazamiento es el adecuado, debido a sus "deficiencias arquitectónicas, ni existe en él un verdadero proyecto educativo ni los chavales reciben la orientación adecuada" para reconducir su comportamiento, considerado conflictivo por el ente foral. El Ministerio Público ha remitido asimismo un informe sobre lo ocurrido a la Fiscalía General del Estado. Las mismas fuentes no pudieron aclarar en qué estadio se encuentran las denuncias efectuadas por malos tratos ante la Justicia.

En septiembre pasado, el Ararteko realizó críticas muy duras a la gestión del departamento de Política Social, dirigido por Maite Etxaniz (Hamaikabat). "La puesta en marcha del centro ha tenido una serie de consecuencias por sí mismas indicativas de los resultados del programa", resalta la resolución del Defensor del Pueblo vasco, aludiendo a la ola de delitos protagonizada por los menores fugados del centro. Su presencia en Rentería estuvo incluso relacionada con un brote xenófobo en el barrio de Iztieta, tras una presunta violación. Si bien el Ararteko considera positiva la apertura de un recurso para dar un tratamiento adecuado a los menores conflictivos, considera que el centro de Deba ni ha logrado reconducir el comportamiento de estos jóvenes, ni se ha "respetado debidamente" sus derechos; entre, ellos el de acceder a la educación y el de ser escuchados.

SOS Racismo y varios educadores guipuzcoanos sostienen que el de Deba era un centro "disuasorio", en el que se trataba mal deliberadamente a los menores para que optaran por irse de la provincia, desbordada por la llegada masiva de menores -el incremento entre 2005 y 2008 fue del 451% -. La Diputación asegura que los fugados se fueron "voluntariamente", al no querer cumplir las reglas del centro, criticado ahora por el Ararteko y la Fiscalía. El Ministerio Público ha transmitido al ente foral que el hecho de que los menores se fuguen no supone un cese de sus responsabilidades como tutor.

Por otro lado, la Diputación ha denunciado a una militante de SOS Racismo por "incitar al abandono del hogar" a los chavales a los que acompañó a denunciar malos tratos ante la Fiscalía.

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