La primera foto, con el socio
El PSE-EE retrasó el cierre del pacto institucional con el PNV hasta la firma del acuerdo presupuestario con el PP - El pacto del Congreso no se traslada a Vitoria
"El acuerdo para los Presupuestos de las diputaciones y los ayuntamientos se podía haber firmado cuando ellos hubieran querido, porque está cerrado hace días". Así descubría ayer un dirigente del PNV la intencionada voluntad mostrada por el PSE-EE de relegar la proyección pública este compromiso institucional -será firmará mañana en el Parlamento vasco- al explicitado el pasado lunes entre el lehendakari Patxi López y el líder del PP, Antonio Basagoiti.
Con este significativo gesto, los socialistas hacen un guiño a su socio preferente y, de paso, disipan las dudas que el acercamiento entre PNV y PSOE en el Congreso y el posterior acuerdo en las tres diputaciones forales y ayuntamientos habían empezado a anidar en el PP.
En las reuniones entre socialistas y 'jeltzales' "nunca se habló de política"
El PSE-EE, como espectador interesado, elude valorar si se ha asistido a una carrera cortoplacista entre las dos formaciones de la oposición. El partido en el Gobierno da la vuelta al argumento para enfatizar que "vamos a conseguir los Presupuestos con menos votos en contra" (8) y "contribuimos así a vender una imagen necesaria de estabilidad presupuestaria".
El PNV no hacía ascos a la idea de presentar "cuanto antes" el acuerdo institucional con el PSE-EE. De hecho, "desde que se reunió el Consejo Vasco de Finanzas [el pasado 15 de octubre] ya estaba zanjado el asunto", se reconoce desde el EBB. Los socialistas, a su vez, preferien decir que "todavía quedan unos flecos", que serán despejados mañana, antes de que se produzca la segunda fotografía. Con todo, el acuerdo entre los dos partidos mayoritarios de la Cámara de Vitoria y en el entramado institucional vasco se circunscribe "a los acuerdos del Consejo Vasco de Finanzas sobre política fiscal e impositiva", como reconocen fuentes de los dos partidos.
Los contactos entre ambas formaciones han sido "muy técnicos" y "jamás" en el bando del PNV se ha permitido "un hueco" para distender las reuniones con algunos comentarios políticos. "Cada vez que se podía plantear una cuestión política del día, el tema lo paraban de raíz los del PNV". Para abordar este acuerdo, el EBB dispuso una comisión eminentemente técnica, integrada por Belén Greaves, Aitor Alzola y José María Salbidegoitia.
A partir de mañana se abre el "lógico" proceso negociador en cada una de las instituciones, que se antoja mucho más sencillo en diputaciones y ayuntamientos que en el Parlamento vasco. Según un analista económico consultado, "al PNV le urge mucho más el acuerdo, porque necesita que se aprueben los presupuestos en las Diputaciones, ya que ahora, con la caída de la recaudación, la prórroga sería mucho más gravosa".
El PSE-EE ya ha adelantado que mostrará "la lealtad que ya exhibió el pasado año, cuando lo decidió Zapatero". Este gesto no presupone el voto afirmativo, pero asegura la aprobación de las distintas cuentas.
En el escenario de los Presupuestos del Gobierno vasco, cobra fuerza la idea de que el PNV será beligerante. "Todavía esperamos a conocerlos para estudiarlos y presentar las enmiendas", dicen. Por su parte, los socialistas auguran "duras críticas" de los nacionalistas, aunque enmarcan este gesto en "la política a la que nos tienen acostumbrados". Por eso, un parlamentario del PSE pronostica que el PNV "se abstendrá para dar imagen de estabilidad, pero después de cargar contra los Presupuestos". Esta táctica fue utilizada al debatir el plan de dinamización económica expuesto por Patxi López. El portavoz jeltzale Ricardo Gatzagaetxebarria lanzó duras críticas en la Cámara, pero finalmente su grupo se abstuvo.
En este contexto, el espíritu de colaboración en el Congreso entre peneuvistas y socialistas no se trasladará al Parlamento vasco. "Al PNV", dicen en el PSE, "no le interesa y, simplemente,refleja su situación interna". El PNV justifica su postura: "Estamos hablando de dos realidades distintas", alega.
PNV: "No es una estrategia"
El PNV entiende, pero no comparte, que sus últimas decisiones de mayor calado político provoquen "tanta polémica". En un intento por disipar cualquier duda, desde la dirección del EBB se asegura que "no hemos cambiado" y que, en realidad, la táctica de "poner huevos en varios cestos" no responde a "una estrategia" y tampoco "supone ninguna incongruencia por nuestra parte".
El acuerdo institucional para sacar adelante los presupuestos forales y municipales no va a suponer un giro copernicano en las relaciones entre peneuvistas y socialistas. Aunque un portavoz jeltzale admitió ayer que estas relaciones "son fluidas", la espina sigue clavada en el corazón nacionalista desde la pérdida del poder. El clima para el entendimiento es más propicio en el ámbito territorial, donde los contactos son "más fáciles". Por el contrario, las cúpulas de ambas formaciones mantienen la frialdad y la distancia de los últimos meses, sin que se atisben indicios para acercar mínimas las actuales posiciones.
"Nada es ilógico", replica el PNV cuando se le señala la versatilidad que supone manifestarse junto a la izquierda radical en San Sebastián y propiciar los Presupuestos del Estado. "Siempre hemos dado muestras de responsabilidad cuando ha llegado el momento, y en Madrid lo saben. También nos hemos manifestado en contra de la Ley de Partidos o del proceso 18/98", recuerdan en la sede de Sabin Etxea. "Hacemos lo que debemos de hacer como partido de gobierno que somos", reiteran.
PSE: "Aportamos estabilidad"
En el PSE-EE hay ambiente de satisfacción por el devenir de los acontecimientos políticos en materia de acuerdos en tiempos de crisis. Principalmente, según admiten sus responsables, "porque transmitimos una idea de estabilidad, de responsabilidad". Además, en un análisis de situación, consideran que asegurar los Presupuestos del Gobierno vasco y contribuir a que se aprueben en el resto de instituciones "nos aporta una imagen de centralidad" que resulta muy rentable políticamente.
En este contexto, el PSE-EE no oculta que está en condiciones de capitalizar, por un lado, las dudas críticas que surgen ante la imagen de la radicalidad ofrecida por el PNV cuando aparece junto a líderes de la izquierda abertzale en la marcha de San Sebastián, y por otro, la propia capacidad de entendimientos que "ofrecemos", al llegar a sendos acuerdos con el PP y los jeltzales. "En estos tiempos de crisis, la sociedad lo sabe valorar".
Los socialistas ven con preocupación "la deriva" del PNV, porque manejan un escenario "donde la pauta la está marcando Egibar, como se puede ver no sólo en el Parlamento sino en decisiones como el apoyo a los detenidos en la sede de LAB". De hecho, uno de sus dirigentes la califica de "esquizofrénica", al considerar que, de un lado, "buscan la tensión política" y de otra parte quieren dar "una imagen de responsabilidad". Para el PSE, esta dualidad sólo puede responder a las "dos almas de las que siempre se habla", pero que, añade, "les lleva a alejarse de la percepción de sus votantes"
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