"Los objetos están lejos de ser inofensivos"

Se ha abusado tanto de la palabra diseño (y aplicado a tantos disparates: Donald Trump habló de diseñar una mujer) que el director del Museo de Diseño de Londres, Deyan Sudjic, empieza por su definición: "Es un concepto que se inicia con la producción en serie, cuando se rompe la relación entre el artesano y el consumidor y se crea la figura del diseñador. Siempre ha existido una paradoja entre quienes defienden que el diseño sirve para impulsar su compra, o que es un reflejo de nuestros valores culturales, como el diseño de los billetes, que reflejan la identidad cultural de cada país". Sudjic, autor de La arquitectura del poder y La casa del siglo XX, ha estado en España para presentar su nuevo libro, El lenguaje de las cosas (Turner Noema), donde, al contrario que John Berger, defiende que los objetos están lejos de ser inofensivos. Y sitúa el diseño al mismo nivel del arte. La cita es en el Instituto Europeo de Diseño (IED).

"El lujo es una religión sintética inventada para una era secular"

Pregunta. ¿Se puede decir que las sociedades con más diseño son más avanzadas?

Respuesta. Debemos ser precavidos y no caracterizar a las naciones según su diseño. Por ejemplo, si hablamos del británico al referirnos a uno de sus iconos, el Mini, es un coche que lo creó alguien de nacionalidad turca, de procedencia griega y refugiado en Londres, y fue comercializado por una empresa alemana. Así pues, este coche es un reflejo de las sociedades multiculturales del futuro.

P. Dedica un capítulo al lujo, que para unos, como Rem Koolhaas, es estabilidad, para otros, despilfarro, emoción... Al dotarle de tanta connotación, ¿busca que el mayor número de gente quiera poseerlo?

R. Podemos entender el lujo como una religión sintética inventada para una era secular que dota a los objetos cotidianos de lujo o una alquimia que convierte los objetos en otra cosa. Incluso se puede ver desde el punto de vista escéptico: una droga que se inyecta en tu cerebro y te hace desear las cosas y, como ocurre con otras adicciones, cada vez se necesitan dosis mayores. Pero el lujo hoy también puede ser otra cosa, simplemente el agua de un manantial.

P. ¿Cree que la moda ha vampirizado a otras manifestaciones culturales para convertirse en el agente de masas más poderoso?

R. En efecto, es un vampiro. Necesita producir tanto que tiene que coger energía de otras formas como el cine, la fotografía o el arte. Y así se la percibe como algo importante, no sólo como una manifestación frívola.

P. Y hasta puede ser "intelectual", como se denomina a la moda que hacen Yamamoto o Miyake. ¿Qué opina de que otra "intelectual" como Rei Kawakubo haya diseñado para la cadena sueca de ropa barata H&M?

R. Es muy interesante. Kawakubo siempre ha hecho colecciones muy personales, muy pensadas, y que haga esto significa que la moda se está democratizando. Esas cadenas están en lugares concretos y es un acto moderno caminar por una calle llena de tiendas.

P. La crisis nos ha pillado llenos de objetos. ¿Cómo percibe el futuro?

R. Desde un punto optimista, será un buen momento para nuevas ideas. Desde el lado negativo, se intensificará la corriente que hace del diseño un impulso para comprar más cosas. Y los bancos les seguirán la corriente.