El norte
La nueva novela de Harrison, sobre la muerte y la vida, es una de sus poderosas historias de mextizos indoamericanos
RAYMOND CARVER fue de los primeros en llamar la atención sobre JimHarrison (Michigan, 1937). Lo hizo en 1979 en una elogiosa
reseña de su libro Leyendas de otoño, en el que se reunían tres novelas cortas. En esa fecha, con seis volúmenes de poesía y
tres novelas, Harrison era más conocido como poeta que como narrador. Tres décadas después, y sin que ello indique un demérito de su poesía, que ha seguido cultivando, el caso parece ser el inverso. Su obra narrativa alcanza hoy los 14 volúmenes,
y, aunque en España, por la mala fortuna de sus escasos editores, es casi un desconocido, no sucede lomismo en EstadosUnidos,
donde sus poderosas historias de mestizos indoamericanos han merecido el reconocimiento del mundo literario y un público más amplio gracias a las adaptaciones cinematográficas y a su carrera como guionista. La búsqueda de referentes para Harrison no resulta fácil. Se le ha relacionado con Hemingway y con Faulkner, pero, hoy, el norteamericano con el que mejor resiste la comparación es con Cormac McCarthy. Generacionalmente próximos, comparten buena parte de su inspiración . Los dos se sirven de los grandes espacios deshabitados de la avasalladora naturaleza estadounidense como escenario épico de sus ficciones, los dos otorgan a ese paisaje categoría, casi, de personaje, los dos son escritores eminentemente morales,
Regreso a la tierra
Jim Harrison.
Traducción de Esther Roig
RBA. Barcelona, 2009
287 páginas. 18 euros
y los dos comparten parecido interés por la frontera como territorio ambiguo, cruce de caminos especialmente idóneo para poner a prueba las falsas certezas. Dejando a un lado sus valores literarios, la diferencia anímicamás evidente entre ambos es que McCarthy es más bíblico, más crudo,más inclemente, como los desiertos de la frontera mexicana donde se sitúan sus novelas, mientras que Harrison, como los frondosos bosques de la frontera canadiense donde lamayoría de las suyas transcurren
(más capaces, al fin y al cabo, de proporcionar sustento) es más panteísta, más conciliador con los desvaríos de la naturaleza humana y, quizá por eso, más esperanzado en la posibilidad de hallar una comunión con el medio al margen de la violencia. En su contra cabe señalar que tras lo literario en ocasiones resulta demasiado visible un discurso político de tinte ecologista. No es ésta, de todas formas, una pega insalvable, ya que de lo que, en definitiva, tratan todas sus novelas es de algo tan rico, por la amplitud de los temas que abarca, como la posibilidad de llevar una vida íntegra. Íntegra, por supuesto, en lo que atañe al medio natural, pero asimismo, con uno mismo, con los otros y con todo ese conjunto de creencias variopintas que conforman las tradiciones culturales. Donald, el protagonista de Regreso a la tierra, es un héroe típico de Harrison. Mitad blanco, descendiente de finlandeses, y mitad indio, de la etnia chippewa, ha debido forjar para sobrevivir una ética personal en la que conviven elementos devaluados de los dosmundos a los que pertenece.Ha trabajado duro, ha formado una familia convencional y su vida no se distingue en apariencia de la de cualquier anglosajón, pero almismo tiempo ha permanecido fiel a su herencia indígena en sus creencias más íntimas. Prueba de ello es que en el momento en el que le diagnostican una enfermedad degenerativa que le augura una dolorosamuerte, en lugar de emprender el previsible itinerario hospitalario con final seguro en la funeraria, buscará en el bosque, con la complicidad de su familia, unamuertemás parecida a la de sus antepasados.
Regreso es una novela sobre la vida y sobre todo lo que hace que cueste dejarla atrás. Sobre la sensación de inseguridad
que asalta a quienes sobreviven a un ser querido y sobre el amor en todas sus vertientes. Estructuralmente es parecida a
otras novelas ya que está armada sobre cuatro narraciones. El mayor acierto es que éstas no se alternan secuencialmente,
a la manera del tan imitado modelo de Faulkner en Mientras agonizo, sino que se suceden una tras otra, aunque respetando
el hilo temporal. En primer lugar, es Donald quien nos pone en situación y, a modo de testamento para sus hijos, relata su
vida y la de su familia; en segundo lugar, su sobrino K, nos habla de su relación amorosa con la hija de Donald y da cuenta del
momento del óbito y sus preliminares; a continuación, su cuñado David traza un retrato de sí mismo tras el que se vislumbran
los efectos de lamuerte de Donald en sus allegados, y, por último, su viuda Cynthia describe la vida recomponiéndose
tras el duelo. De esta manera, Harrison logra que cada personaje cuente lo que puede contar y que cada nuevo relato, conservando su autonomía, ilumine los anteriores. El efecto que produce es el de amplificar los temas. La historia no es ya sólo la
de Donald sino la de los miembros de su familia. El momento crucial no es ya el de su viaje al norte para encarar la muerte
sino todos los pequeños momentos anteriores y posteriores que la explican.
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