No hay quien pare a Iván Alonso

Extensión de Pochettino en el terreno de juego por su garra, empuje y corazón, Iván Alonso exprime cada minuto la zamarra del Espanyol. Liquidó con dos dianas al Tenerife, de fútbol sugerente pero demasiado exquisito, reacio al lodazal.

Obligado por las lesiones, Oltra hizo retoques de peso en el equipo canario, que apenas se resintió. Apareció en el costado derecho Juanlu, único interior del plantel, y Culebras en el centro de la zaga; Richi bajó al centro del campo para transformarse en la sombra de Verdú y Alfaro se atornilló en la zona de tres cuartos.

El estilo del Espanyol depende más de los solistas, del pie de De la Peña y las intervenciones de Nakamura, una vez que Tamudo estaba en su casa, castigado por el técnico tras afirmar, mediante su agente, que lo apartaban del equipo. Pochettino sentó de inició a Lo Pelat y Naka al tiempo que el equipo se tropezó con insistencia en las posiciones avanzadas. Entre otras razones, porque los interiores se empecinaron en pisar el área y separaron en exceso las líneas. Y el balón largo suele ser un recurso poco fructífero. Pero el Espanyol tiene recursos. Callejón tira desmarques incisivos, Iván Alonso se pelea con quien se precie y tampoco tiene miramientos para soltar cañonazos y Coro corre la banda que se las pela. Características que remarcan el fútbol del contragolpe, su mejor arma.

Marqués, con regate, velocidad y precisión en el golpeo, revolucionó el duelo

El Tenerife ataca con todo. Un atrevimiento que le costó caro. Resulta que avanzó sus posiciones en una ofensiva, se descuidó de la retaguardia y perdió el cuero cuando menos lo esperaba. El despeje lo recogió Callejón, que se revolvió y envió el balón a la carrera de Iván Alonso, que no es rápido, pero el Tenerife lo es menos. El uruguayo sentenció ante Aragoneses. Pero, cuando el oponente parecía domado, Alfaro soltó un latigazo cruzado que sorprendió a Kameni.

El Espanyol no pasó más apuros que un disparo lejano de Richi. Maduró el duelo con paciencia y dedicación. Alonso probó un chut lejano con veneno, Pareja lanzó una falta a la cruceta, Callejón remató de cabeza..., pero fue Marqués, un futbolista diferente que ofrece regate, velocidad y precisión en el golpeo, quien revolucionó el partido al encontrar a Alonso. En una cabalgada, Marqués se sacudió al rival y puso la pelota en el punto de penalti, donde Alonso conectó un zurdazo espectacular. No hay quien le frene.