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Entrevista:CARLOS AGUIRRE | Consejero de Economía y Hacienda

"Si la crisis sigue habrá que quitar deducciones en el IRPF y Sociedades"

Pedro Gorospe

En medio de la peor crisis de los últimos tiempos, el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre, espera que no haya que retocar más los impuestos, pero avisa: "Estamos ante una quiebra de la recaudación", que puede hacer necesario volver a quitar deducciones y exenciones en los principales impuestos.

Pregunta. ¿Están cuadrados ya los presupuestos de 2010?

Respuesta. Están cuadrados desde el viernes. A la salida del Consejo Vasco de Finanzas, las máquinas de presupuestos empezaron a echar humo. Yo me marche el jueves de noche, y aquí seguían todos los del departamento y siguen este fin de semana.

P. ¿Era necesaria una pequeña reforma fiscal?

R. Queríamos una acción de Gobierno volcada en promocionar la actividad económica, en infraestructuras, en I+D+i, en las políticas de empleo e inserción y en las sociales. Y para eso eran necesarios recursos. Hay que recordar que la recaudación por impuestos se ha desplomado del 20,9% del PIB al 15,3%. Es una caída impresionante, y con la reforma fiscal sólo recuperamos un 1%, si llega. El resto ha sido endeudamiento, porque para reactivar la economía hay que meter recursos al sistema.

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P. Usted habló de una caída histórica de la recaudación.

R. Es el peor momento económico de la historia que conocemos. Hasta esta crisis la peor fue la de 1993. Y en aquélla, que fue espantosa, la caída de la recaudación fue mínima. No hay parangón con la actual caída de ingresos a través de impuestos. Estamos ante una quiebra de la recaudación. Si la actividad está cayendo en torno al 2,9%, la recaudación lo hace un 19,1%.

P. ¿En esa brecha incide el crecimiento de la economía sumergida?

R. Se puede explicar, sobre todo, por la caída del IVA asociado a la bajada de las importaciones y exportaciones. Hay grandes empresas, por ejemplo, de refino, que atraviesan momentos complicados. Eso es muy importante. También hay bajada de empleo y, por tanto, cae el IRPF, pero además pesaba mucho que la deducción de los 400 euros no se fuera al consumo, sino al ahorro. Además, las diputaciones han tenido que conceder muchos aplazamientos de pago.

P. ¿El Gobierno y las diputaciones descartan nuevas reformas fiscales?

R. Es una competencia de las diputaciones forales. A partir de ahí esperamos que no sea necesario, pero dependerá de como evolucione la economía.

P. ¿Qué quiere decir?

R. Que hay cosas que en principio no se van a tocar, pero... que depende.

P. ¿Contemplan una modificación de los tipos impositivos de los principales impuestos?

R. No, de tipos no.

P. ¿Entonces?

R. El recorrido está por la parte del gasto fiscal. Si la economía sigue mal, habrá que tocar esos aspectos, los menos sociales, de los grandes impuestos.

P. ¿Por ejemplo?

R. Los elementos básicos son la cantidad de exenciones, bonificaciones, deducciones... vinculadas a los grandes impuestos como Sociedades, sobre todo, y el IRPF, y que hacen que un potencial recaudador del 100% acabe siendo del 70%. Esa diferencia es el gasto fiscal, y eso ya estaba cuantificado de forma teórica en unos 5.000 millones.

P. Sin embargo hablaban de bonificar en el Impuesto de Sociedades a las pymes si mantienen el empleo.

R. Al final no lo hemos tocado, porque hemos comprobado que nuestras deducciones son mejores que las del resto del Estado.

P. ¿Dejarán un tramo exento en la tributación de las rentas de capital?

R. Se está tratando ahora en el Órgano de Coordinación Tributaria. Una vez acordada la primera subida del 18% al 20%, ahora se está estudiando eso. Antes era de 20.000 pesetas; ahora podríamos estar hablando de una cantidad similar en euros para los pequeñísimos ahorradores.

P. ¿Asume que plantear la congelación salarial de los funcioanrios le convierte en el consejero menos popular?

R. Sí. Tendré que empezar a entrar por la puerta de atrás. Bromas aparte, estoy seguro de que en una coyuntura económica como ésta la gran mayoría de los trabajadores del sector público valora la seguridad y la calidad de su empleo y entiende el esfuerzo que les pedimos.

P. ¿Es posible la congelación?

R. El limite lo marca la negociación colectiva. Y eso significa que el limite es la congelación. Es cierto que el 0,3% tiene un componente de obligatoriedad jurídica [es la subida para el sector público del resto de España], y además hay obligaciones de años anteriores, pero tenemos que acercarnos lo máximo a la congelación y establecer criterios para que en términos de gastos generales de arrastre de nómina la subida tienda a cero. Lo demás no es viable

P. Las obligaciones anteriores -la subida del 1% para equiparar pagas extra y el 0,5% adicional al fondo de pensiones- más el 0,3% del Estado ya suponen un 1,8%.

R. Sólo el arrastre de la nómina de los 63.000 empleados, es decir, los incrementos por recalificaciones de puestos, por antigüedades y otros conceptos ha supuesto algunos años más del 1,5%. No podemos subir más de un 3%. Cada punto suponen 40 millones. No es asumible. Además, no podemos exigir un incremento cero en compras y en convenios con terceros si no lo logramos en nuestra casa.

P. ¿Con el precedente de conflictos entre Gobierno y diputaciones no le sorprendió el nivel de acuerdos en el último Consejo Vasco de Finanzas?

R. Lo que trasciende a la opinión pública siempre es peor que la realidad. Ha habido posiciones políticas divergentes, pero la relación en las mesas de diálogo interinstitucional, que convoque yo, fue buena, y después en el Consejo, mejor.

P. ¿Le pareció necesaria la declaración del diputado de Vizcaya, José Luis Bilbao, ratificando su lealtad institucional?

R. Él entendió que sí después de leer los periódicos. Lo que hizo fue aclarar que no ejercía de contrapoder a este Gobierno, y ratificó, por si acaso, su lealtad institucional por encima de partidos y partidismos.

P. ¿Van a reactivar las paradas mesas de diálogo?

R. Algunas, las vinculadas a las políticas sociales, sí; también la de políticas de promoción económica y seguramente la de relaciones con los municipios.

P. ¿Ve al PNV favorable a un gran acuerdo que permita aprobar presupuestos en todas las instituciones?

R. Eso empezó en el Consejo del jueves. Ahí se forjó el inicio del acuerdo más importante, la capacidad financiera de cada institución. Eso ya es como para defenderlos en todas las instituciones. Es cierto que los juegos políticos pueden hacer que las cosas se encallen, pero creo que la responsabilidad ante la crisis puede facilitar amasar un gran acuerdo que permita inyectar fondos públicos en todas las instituciones. En la mayoría de instituciones hay minorías gobernando.

P. ¿Le produce incertidumbre el desencuentro entre Gamesa e Iberdrola?

R. La relación de Gamesa con su socio de referencia es un tema interno de dos empresas vascas con una profunda relación con este país.

P. ¿Y la salida de José Ignacio Goirigolzarri del BBVA?

R. Le conozco desde chaval. Era el último referente vasco en el entramado del BBVA. El tiempo nos dirá si la desvinculación del banco del País Vasco sigue adelante, si se acelera, o si seguimos como hasta ahora.

P. Ahora sube el ahorro. ¿Es rentable dejar el dinero en el banco o en la caja?

R. Es un contrasentido por el coste de los créditos y la rentabilidad que dan las cuentas. Se están aplazando las compras sólo por ese aspecto psicológico de miedo ante la crisis.

"Nuestro estilo no es ni cerrar sociedades públicas ni despedir"

Las sociedades públicas siempre han estado en el ojo de huracán de la oposición en el Parlamento vasco. En 30 años consecutivos de gobiernos nacionalistas, la red ha crecido hasta el punto de que populares y socialistas acusaban al PNV, una y otra vez, de ocultimo, de no facilitar toda la información para evaluar la rentabilidad y la eficiencia de ese tipo de empresas públicas o participadas.

El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre asegura en la entrevista concedida a EL PAÍS que su departamento se halla inmerso en un proceso de reflexión para "racionalizar" la estructura de las sociedades.

"Vamos a mirarlo desde el punto de vista de la racionalización. No vamos a dejar de hacer las cosas que se hacen, pero vamos a hacerlas de manera más racional, quizás integrando sociedades", asegura.

En cualquier caso Aguirre descarta que vaya a haber despidos o cierres de sociedades públicas. "Nova a haber ni despidos ni cierre de sociedades. Estamos reflexionando cómo utilizar el capital humano para seguir haciendo todo este trabajo, pero sin cierre patronal. Ése no es nuestro estilo", incide.

La mayor crítica que recibieron los sucesivos gobiernos de Ibarretxe tanto de partidos como de sindicatos derivaba de la falta de control sobre ese entramado. Los escándalos de los casos Guggenheim y Balenciaga, donde fallaron todos los controles, dejó en evidencia el papel de las auditorías a las que eran sometidas sus cuentas.

El último informe detallado del Gobierno sobre el sector público empresarial está fechado en 2007. Hasta el año anterior, el número de trabajadores en las empresas participadas (menos del 50% de capital público) ascendía 7.783, más los 2.916 trabajadores de las públicas (done el Gobierno tiene más del 50%).

"La fusión, cuando acabe la incertidumbre"

El Gobierno considera que la fusión de las cajas vascas se encuentra más cerca que lejos. El proyecto empresarial, que fue presentado en 2005 por los entonces tres presidentes de las entidades, Xabier de Irala (BBK), Carlos Etxepare (Kutxa) y Gregorio Rojo (Vital), ha ido retrasándose por diferentes problemas. "El Gobierno cree en la fusión y va a dar el impulso necesario, pero en el momento oportuno", declara el consejero Carlos Aguirre.

El titular de Hacienda precisa que la recesión no es la mejor compañera de viaje para un proyecto en el que es necesario aunar muchas fuerzas. "Que pase la crisis", explica. "Ahora en las cajas necesitan todos sus recursos y todas las personas para arreglar la situación. A partir de ahí acometamos el proceso. Yo la veo más pronto que tarde", dice. A la pregunta de si puede aventurar una fecha para ello, tampoco se muestra más preciso, porque nadie conoce cuando llegará el final de la crisis. "La fusión arrancará cuando acaben las incertidumbres económicas", concluye.

Antes puede haber otros movimientos. Aguirre sí se imagina a la BBK en Guadalajara, -CCM está a la venta-, aunque puntualiza que "depende cómo". En su opinión "de igual a igual, no", porque "lo mismo comes que te comen", pero, "si hay posibilidades de adquirir activos", la ve viable.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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