"Pago más que un piso donde viven cinco"

Cobró una herencia y se compró una casa. Quería algo espacioso, pero como no le llegaba en Retiro, cuenta, se la quedó en Desengaño. 200 metros en pleno centro de Madrid.

Arantxa es actriz, tiene ingresos variables, vive sola y pasa bastante tiempo fuera de casa. El volumen de basura que genera es fácil de calcular: no más de un par de bolsas semanales. Pero con la nueva tasa le va a tocar pagar un pastón. Todavía no le ha llegado el recibo, pero por el valor catastral de su piso serán unos 150 euros.

"Me parece fatal. El alcalde tira de tarjeta de crédito para pagar las obras y ahora quiere que paguemos nosotros los números rojos", dice, muy molesta, en su casa, y recuerda que ya abona unos 400 euros de IBI anuales.

"No tiene sentido que yo pague más que una casa donde vive una familia de cinco personas. Si mantienen la tasa, deberían buscar otra forma de calcular la tarifa", reclama. En otras ciudades de España se mide a través del consumo de agua.

Ella recicla siempre, aunque en su zona se lo pongan "casi imposible". No anda muy contenta con el Ayuntamiento. "El barrio está hecho una porquería, huele a pis y no se hace nada para limpiarlo", protesta. Y, ahora, llueve sobre mojado.

El clamor ciudadano ha llegado a sus oídos. "Si hay que apuntarse a una manifestación", dice, lo hará. "No creo que sirva de mucho. Pero bueno...". Porque la crisis aprieta para todos, y sólo faltaba esto. "He dejado de ir a cenar fuera, al cine... Y todo para que ahora me toque pagar una tasa con la que no estamos ni seguros de que vayan a reciclar bien".