La Xunta toma posiciones en las cajas en pleno debate sobre la fusión

La advertencia lanzada en junio se ha cumplido y la Consellería de Facenda ha optado por designar con discreción a dos representantes de la Administración autonómica para ocupar sendos puestos en las comisiones de control de Caixa Galicia y Caixanova. En el caso de la primera caja gallega, el vocal nombrado por la Xunta ya tomó posesión en la última reunión de su máximo órgano de control, hace escasas semanas, mientras que la entidad de ahorro presidida por Julio Fernández Gayoso espera a finales de mes, cuando se reúna su comisión, para la incorporación del miembro de la Administración que ya le han avanzado oficialmente desde Facenda. La legislación autonómica confiere a la Xunta la potestad de participar en los órganos de control de las cajas, pero ningún gobierno hasta ahora, ni los de Fraga ni el bipartito, la había ejercido.

El Gobierno gallego nunca se había decidido a ejercer esta potestad

Los representantes de Facenda en las comisiones tendrán voz pero no voto

El movimiento de la consellería se produce cuando más abierto está el debate sobre la eventual fusión de las cajas gallegas, con posicionamientos muy claros desde diversos ámbitos y en plena cuenta atrás marcada por el presidente Núñez Feijóo antes de despejar todas las incógnitas.

Aunque de marcada trayectoria técnica, Facenda ha optado por perfiles muy distintos para ocupar los sillones que le corresponden por ley en los órganos de las dos cajas, sobre todo si se analiza la categoría laboral de cada uno de los altos cargos dentro de la estructura organizativa de la consellería. Así, Joaquín Caballero Miranda, subdirector general de Recursos e Análise Orzamentaria, dependiente de la Dirección Xeral de Orzamentos, se ha incorporado como vocal, con voz pero sin voto, a la comisión de control de Caixa Galicia. En el caso de Caixanova, según avanzan desde la entidad, será Javier Dios Ortiz quien ocupe el puesto. Dios Ortiz, según fuentes de Facenda, es actualmente jefe de sección dentro del Servizo de Análise Financeira, cuyo titular es Ramón García Pastur, y que depende de la Subdirección Xeral de Supervisión de Caixas de Aforro e Entidades Financeiras. Desde Facenda insisten en que "no se ha tenido en cuenta el cargo para proceder al nombramiento, sino que se ha valorado en ambos casos su cualificación técnica y su experiencia en el sector financiero".

Las incorporaciones de los representantes de la Administración en las comisiones de ambas cajas se producen de forma escalonada por un simple motivo: Caixa Galicia reúne de forma mensual a su cúpula, mientras que en el caso de Caixanova es una vez al trimestre. Las comisiones de control de ambas entidades están integradas por ocho miembros, que representan a los clientes, las corporaciones locales, los trabajadores y entidades sin ánimo de lucro. Su función es clara: la supervisión de la gestión del consejo de administración "para que se desarrolle en el marco de los fines propios de la entidad, de las directrices y resoluciones de la asamblea general y de las directrices emanadas de la normativa financiera", según rezan sus estatutos.

Para el cumplimiento de sus fines, las comisiones tienen atribuidas las funciones de análisis de la gestión económica y financiera de la entidad, el estudio y revisión del balance y las cuentas que resumen la gestión del ejercicio, así como la vigilancia del proceso de elección y designación de los miembros de los órganos de gobierno de Caixa Galicia y Caixanova. Los consejeros que forman parte de las comisiones de control son designados por la asamblea general de entre los consejeros generales. En el caso de la primera caja gallega, su comisión está compuesta por tres representantes de los impositores, dos de las corporaciones locales, otros dos de las entidades fundadoras y uno en representación de los empleados.

La Xunta ha decidido dar el paso anunciado en junio ante la redefinición del mapa nacional de cajas de ahorro, utilizando una facultad recogida en el artículo 43 de la normativa autonómica. Con esta medida, según Facenda, se pretende "reforzar la supervisión del sistema financiero gallego". El Gobierno de Feijóo dispondrá a partir de ahora de información directa sobre la gestión de las cajas.