Confiar en los servicios públicos
Excelente artículo de Julio Llamazares sobre la desconfianza en nuestro país por los servicios públicos. Esa desconfianza y a pesar de los innegables problemas existentes en la enseñanza y en la sanidad públicas no es merecida.
Mucho se puede hablar sobre la enseñanza privada (de oferta muy variable y costosa) que está lejos de ofrecer una enseñanza de calidad. ¿En cuántos colegios privados se aprueba porque pagas? ¿En cuántos colegios privados se hace "limpia" de estudiantes para llegar a selectividad con los "mejores" y publicitar un 100% de aprobados? ¿Dónde están los recursos pedagógicos especiales de la escuela privada y de la concertada? ¿Es la enseñanza en los colegios concertados mejor o realmente la única ventaja es la escasez de inmigrantes que accede a ella en comparación con la pública? ¿Deseamos cambiar un modelo de Universidad pública para todos los que demuestren querer estudiar por una Universidad elitista?
Y, ¿qué decir de la sanidad? ¿Por qué se prefiere un modelo privado? Todos sabemos que si a lo largo de nuestra vida contraemos una enfermedad grave y costosa será la sanidad pública quien costeará los tratamientos y la medicación. Si la ventaja es la rapidez me temo que en las comunidades donde la privada florece ya empiezan a alargarse las listas de espera.
Aprendamos de las experiencias de otros países: en Inglaterra destruyeron un magnífico sistema de sanidad público que les está costando reconstruir, y qué decir del sistema privado de Estados Unidos, donde te puedes arruinar por el mero hecho de tener una enfermedad de tratamiento costoso.
En mi opinión, los servicios públicos hay que promoverlos y apoyarlos porque son para todos los españoles. Un país no puede llamarse moderno y civilizado si no es capaz de atender la salud y de formar correctamente a todos sus ciudadanos: ricos o pobres.
