El puente atasca Madrid

Los madrileños que regresaron ayer por la tarde a la región tuvieron diferente suerte. Los que lo hicieron por la autovía de Burgos (A-1) se vieron obligados a soportar un calvario de hasta 35 kilómetros de retenciones. En cambio, otras vías de acceso a la capital estuvieron expeditas casi de coches. Los automovilistas llegaron sin problemas a sus destinos.

La autovía de Burgos fue la más madrugadora en los atascos y la que más tardó en volver a un tráfico fluido. A las cinco de la tarde, los conductores se toparon con problemas entre San Agustín de Guadalix y La Cabrera. En esa zona, la carretera sólo dispone de dos carriles, que no dieron abasto para tanto vehículo. La circulación mejoró a partir del kilómetro 25, pero también se dio la paradoja de que de salida también hubo problemas. Al quedar reducidos los carriles para abandonar la capital a dos, esos conductores también se vieron envueltos en problemas de tráfico.

Otra carretera con dificultades fue la autovía de Valencia (A-3), con 11 kilómetros de retenciones a la altura de Perales de Tajuña y en Villarejo de Salvanés.

Fuera de la región, los madrileños tuvieron problemas en el peaje de El Espinar (Segovia), en la A-6, donde se acumularon hasta seis kilómetros de retenciones, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT). La autovía de Extremadura sufrió algún atasco a las ocho de la tarde en unos dos kilómetros en Móstoles.

Las carreteras de la región se han cobrado las vidas de tres personas durante el puente. Todas fallecieron el domingo en un intervalo de siete horas. Dos de ellos eran motoristas.

El primer accidente mortal ocurrió a las 7.50 cuando un peatón fue atropellado en la M-31, en la capital. A las 14.15 perdía la vida un motorista en la M-501, en el término municipal de Brunete. Justo 35 minutos después, otro motorista moría en la M-131, en El Berrueco, en un accidente en el que se vieron implicados tres motos y un turismo, según la DGT.