Millet disparó el 60% las dietas de los consejeros de Agrupació Mútua

Directivos que han trabajado con Félix Millet aseguran que es un as en el proceso de concentración de cargos y, sobre todo, en asegurarse de sacar de ellos una retribución jugosa. Sea como sea, su paso, más bien breve, por Agrupació Mútua, en cuya presidencia aterrizó a finales de junio de 2006 y que tuvo que abandonar tras el estallido del escándalo del Palau de la Música, se dejó notar en esta materia.

Un recorrido por las memorias de la entidad aseguradora desde 2005, año previo al de su acceso a la presidencia, hasta 2008, año del último informe anual disponible, refleja una alegría ascendente en la remuneración global percibida por los miembros del Consejo de Administración -en esencia, dietas, ya que sólo uno de sus miembros tenía tareas ejecutivas- y por el equipo de la alta dirección. La subida en este lapso de tiempo fue del 60% en el caso de los consejeros. En el de la alta dirección, el incremento alcanzó nada menos que el 103% (véase el cuadro adjunto).

La retribución de los auditores se multiplicó por seis en la última etapa

El ex presidente justificó las subidas por la buena marcha de la mutua

Este aumento, progresivo, se produjo sin que, ni en el caso del Consejo de Administración ni en el del equipo de dirección, aumentara el número de miembros; en el primero, el número de consejeros se redujo, por el contrario, de 13 a 12 de 2006 a 2007. En el equipo de dirección, ha oscilado entre ocho, seis y siete, con un auténtico barrido de cargos cuando Millet tomó las riendas, en 2006. El principal cambio, sin embargo, afectó al consejero delegado, Jordi Conejos. Tras su marcha forzada en 2008, Millet nombró un director general, Ricard Crespo. El ejercicio de 2008 fue el que registró un mayor incremento de la retribución total de la alta dirección, de hasta 995.000 euros.

Fuentes próximas a la entidad aseguradora apuntaron que Millet justificó las subidas por "la buena marcha" de Agrupació Mútua. Las cuentas de la entidad reflejan que los ingresos fueron incrementándose desde poco más de 313 millones de 2005 a casi 488 millones de 2008. El beneficio se duplicó en 2006 y también en 2007, hasta el tropiezo monumental de 2008, cuando la entidad arrojó unas pérdidas de 13,52 millones de euros, arrastrada por su principal filial inmobiliaria, Amci Habitat.

En 2008 pasó de todo en Agrupació Mútua. Las "divergencias" confesadas sobre el modelo de gestión entre Conejos, que había sido designado primer ejecutivo de la mutua para levantarla en 2003, y Millet, que sólo accedió a la presidencia de Agrupació Mútua en 2006, acabó hace poco más de un año como el rosario de la aurora. Millet llegó a acusar en público a su ex consejero delegado de falta de "corrección, prudencia y transparencia" en su política de adquisiciones -como las aseguradoras Latina, Sanimed y Gescobert-. Fue poco después de que la entidad entrara en números rojos en 2008 y después de que el auditor de los últimos años, BDO, incluyera salvedades en las cuentas y se abriera una inspección, en consecuencia, de la Dirección General de Seguros, del Ministerio de Economía.

BDO había sido el mismo de la empresa en los últimos años y sólo indicó salvedades en la auditoría en 2008. Acto seguido, Millet tomó la decisión de relevarles como auditores (ahora, el encargo lo tiene Ernst & Young). Llama la atención hasta qué punto las memorias reflejan una escalada en la retribución de los auditores desde la llegada de Millet a la presidencia de la mutua: hasta entonces, no alcanzaba los 70.000 euros, pero el primer año completo de la presidencia de Millet, subió a 293.000 euros. El último año auditado por BDO la cifra se disparó a 418.000 euros. Fue el de las salvedades, tras el que fueron relevados.

Conejos sólo ha hablado de lo ocurrido en una carta pública de 2008, en la que defendía su gestión y criticaba la "ambición" de Millet y su omnipresencia en las participadas de Agrupació, desde Amci Habitat a Bankpime, de las que Millet se nombró presidente; en el caso de Bankpime, fue después de que la mutua redujera su participación en el capital a raíz de la entrada del banco portugués Banif.