Amical rastrea casos nuevos de deportados en Mauthausen

Un conjunto de instantáneas estremecedoras, colocadas una junto a la otra, muestra la espantosa variedad de la muerte en un campo nazi. Muerte en el linde del bosque de un disparo, muerte electrocutado en la alambrada, muerte estrangulado en los lavabos de los barracones, muerte -la del preso Hans Bowarewitz- colgado tras un paseo en una caja al son de una orquesta... Forman parte de la dura exposición fotográfica Imatges i memòria de Mauthausen, que se inaugura oficialmente mañana -aunque ya puede visitarse- en la Capella Reial de Santa Àgata (dependencias del Museo de Historia de Barcelona, MUHBA), en el marco de la reunión en Barcelona de miembros del Comité Internacional de Mauthausen (CIM), siete de ellos supervivientes del campo.

El encuentro, organizado por Amical de Mauthausen en colaboración con el museo y el Memorial Democrático de la Generalitat, coincide con el 30º aniversario de la reunión que el CIM celebró en la ciudad, que supuso el reconocimiento público e institucional del Amical español tras una larga etapa en la clandestinidad.

La reunión servirá para planificar los actos de conmemoración del 65º aniversario de la liberación del campo (en mayo de 2010) e incluirá diferentes actos, entre ellos la presentación de un censo de los deportados españoles en los campos nazis.

Al respecto, Rosa Torán, presidenta de Amical, avanzó que han rastreado los nombres de barceloneses que no se sabía que habían sido deportados, al llegar al campo por diferentes vías a las de los grandes grupos de prisioneros republicanos y más tarde que éstos.

Preguntada por las cicatrices que ha dejado el caso del impostor Enric Marco en Amical, respondió: "Todo aquello está enterrado profundamente, forma parte del pasado". Y subrayó que no existe ningún contacto con el ex presidente y fingido deportado.