El año hidrológico arranca con un 17% más de agua

Más del 80% del agua disponible en Andalucía va a parar al regadío de los cultivos, un dato que cada vez que se recuerda pone en el punto de mira de las críticas a los agricultores de la comunidad. Sin embargo, el nuevo año hidrológico -desde el 1 de octubre al 30 de septiembre- ha constatado otra realidad menos conocida: la agricultura de regadío es también la que más ha avanzado en el ahorro de agua en los últimos años merced a las inversiones realizadas en la modernización de los sistemas de riego.

Sólo en la cuenca del Guadalquivir, la campaña de riego ha finalizado con un ahorro de unos 150 hectómetros cúbicos, que es más de toda el agua ganada en el último año por los embalses de todas las provincias andaluzas, con la excepción de Jaén. Y en toda Andalucía, el regadío ha contribuido a acabar el año hidrológico con un 17% más de recursos embalsados, lo que hace augurar un ciclo sin las tensiones de otros años.

El tradicional sistema de riego a pie está dejando paso, cada vez en mayor medida, a las explotaciones de riego por goteo y por aspersión, o también la construcción de balsas para el riego. A excepción del cereal, que no admite goteo, los cultivos con una alta demanda de agua son el algodón, los hortícolas o el olivar. "Se está demostrando que el dinero público para mejorar el regadío se está invirtiendo muy bien para administrar un bien escaso", asegura Rafael Civantos, responsable de Aguas de la COAG. Según él, la introducción de sistemas más eficientes se ha acompañado de una reducción de, al menos, el 30% en las fugas de las tuberías.

La superficie de regadío en Andalucía supera ya el millón de hectáreas, de los que casi un tercio se han modernizado en los últimos tres o cuatro años, con una inversión privada superior a los 1.500 millones de euros, según la Unión de Pequeños Agricultores (UPA). Las obras han contado con unas subvenciones medias del 60% por parte de la Junta, el Gobierno central y la Unión Europea. Este ahorro de agua ha permitido que los regantes no hayan agotado la dotación de agua para esta campaña, prevista en 1.200 hectómetros cúbicos y que todos los cultivos, hayan salvado la temporada. El reparto, en todo caso, no es uniforme: el olivar tiene asignado 1.500 metros cúbicos por hectárea; el algodón, 3.500 cuando es por goteo ó 4.500 por aspersión; y también el arroz, con una dotación de unos 1.400 metros cúbicos, ha tenido una campaña "histórica", en opinión de la UPA.

Con todo, la cuenca del Guadalquivir todavía mantiene un déficit hídrico de casi 450 hectómetros cúbicos por el anterior ciclo de sequía.