El Depor toca la zona 'Champions'

Diego Colotto no es el central de primer nivel que se atisbaba cuando se proclamó campeón del mundo sub 20 hace ocho años con Argentina. En aquel equipo estaban Maxi, Saviola o Coloccini, que pronto hicieron fortuna en Europa. Colotto, que era uno de los jefes de la zaga, acabó en México. Hace dos años dio el salto al Deportivo y sólo hace 10 días ha llegado a la titularidad. Penó por su falta de ritmo y una cierta lentitud en los desplazamientos laterales, pero tiene tics de defensor experto, oficio y colocación, y un valor peculiar: no es muy alto ni posee una gran envergadura, pero es el rey del segundo palo. Balón que cae por allí raro es que no lo pesque. Ayer decidió así para el Deportivo, que encadena tres victorias consecutivas y durmió en puestos de Liga de Campeones.

Es el milagro de Lotina, que extrae petróleo de una plantilla conformada para sobrevivir.Tiene al equipo tan trabajado, con tantos automatismos, que se ha convertido en imbatible para un buen número de equipos. Los tres últimos triunfos llegaron sin recibir gol, mérito entre otros de Aranzubía, que ya merece la atención de Del Bosque. El meta frenó los tibios intentos del Tenerife, que empezó con buen ritmo, pero sin pegada, con algún intento lejano de Román. Bien pertrechado, el Dépor esperó, sabía que iban a llegar y llegaron: un tiro de Guardado desde la frontal, un centro del mexicano para Lassad, que no definió a puerta vacía, un intento de Riki ante la posición adelantada de Aragoneses o una acción de Juan Rodríguez en boca de gol fueron el preludio al tanto de Colotto.

El Tenerife articuló su respuesta por mediación de Nino, siempre bullidor, y, sobre todo, a balón parado. Así pudo marcar Alfaro, un futbolista con buena pegada. Pero le faltó fútbol al combo de Oltra.