El Toro de la Vega no es de interés turístico
El conocido festejo del llamado Toro de la Vega en Tordesillas ha entrado estos días como tema de debate en el Senado y en el Congreso, y no para disponer su necesaria supresión, sino para algo más modesto: privarle de la condición de fiesta "de interés turístico nacional".
La propuesta de ICV-PSC-ERC encalló en el Senado por la oposición de PP y PSOE. Actitud sorprendente la del segundo dada su profesión de fe ecológica.
El Toro de la Vega no es un asunto trivial. Como quedó demostrado en la portada de este periódico, el martirio de ese toro constituye un espectáculo inhumano que hace del mismo un emblema de la insensibilidad social y política respecto del mundo animal. Se dice que es una tradición, pero también fue "tradición" la vulneración de los derechos humanos en las comisarías y cárceles de nuestro país, entre otros usos bárbaros.
Hace falta que el Parlamento perciba la enorme importancia de acabar con unas costumbres que al torturar y matar sádicamente a los animales, destruyen a éstos y deshumanizan a quienes lo practican, erigiéndose en escuelas de violencia, en un mundo sobrado de ella.
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