Un arma cargada de psicodelia
Mañana, por un euro, la taza del álbum 'Revolver'
La ilustración de la portada de Revolver -a la que homenajea la taza que se entrega mañana con EL PAÍS por un euro- es obra del bajista y artista alemán Klaus Voormann, que era un viejo amigo de los Beatles de los heroicos tiempos de la banda en Hamburgo, cuando sólo eran cuatro pobres chicos de Liverpool en busca de una oportunidad. Como era de esperar, y casi sin comerlo ni beberlo, Voormann entró con el célebre garabato en la historia del pop. Parte dibujo de trazo libre y parte collage de las fotografías de Robert Whitaker (autor de la contraportada y de muchas imágenes de la banda entre 1964 y 1966), tras esa creación en blanco y negro se esconde uno de los mejores álbumes de todos los tiempos. Sencillamente. La foto de Voormann, así como su nombre (Klaus O. W. Voormann) se adivinan si uno se fija lo suficiente en el pelo alborotado de George Harrison (abajo a la derecha).
La portada es obra del artista alemán Klaus Voormann, amigo de la banda
Basta echar un vistazo a la lista de las canciones (Taxman, Eleanor Rigby, Good day sunshine, Yellow submarine o Tomorrow never knows son sólo unos cuantos ejemplos) para darse cuenta. Es casi imposible exagerar la grandeza de este disco, que siempre acaba aupado (en todas las listas; desde la revista Q a Rolling Stone hasta Time) entre los cinco mejores de todos los tiempos.
El álbum se llama Revolver por una especie de broma cortesía del célebre y muy británico sentido del humor de la banda. Se refiere, evidentemente, a un arma. Pero también al modo en que un disco se revuelve sobre sí mismo para sonar. Los cuatro de Liverpool querían haberlo llamado Abracadabra, hasta que descubrieron que el nombre ya estaba cogido por otro grupo. John Lennon sugirió Four sides of the eternal triangle. Ringo Starr habría preferido After geography, como un chiste a partir del último disco de The Rolling Stones, Aftermath. El resto de las propuestas que sonaron fueron: Magical circles, Beatles on safari o Pendulum.
Es el primer disco en el que la psicodelia se apodera del sonido del cuarteto. Hay multitud de ingenios sonoros de estudio, riffs de guitarras ácidas y distorsiones traídas del lado oscuro de la mente.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.