La candidatura de Cinto gana peso en la pugna por presidir el Superior

Las puertas del acceso a la presidencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) no parecen del todo cerradas, pese a que no se han movido las posiciones entre los bloques conservador y progresista en el Consejo del Poder Judicial que hicieron fracasar el primer intento. En esta situación, y ante el insólito hecho que supondría tener que recurrir a un tercer proceso de votación, ha emergido la figura de María Victoria Cinto. La presidenta de la Audiencia de Guipúzcoa ha ganado peso en las últimas semanas como opción de consenso entre ambas líneas ideológicas y única candidata capaz de resolver el bloqueo, según fuentes de la judicatura.

Integrante de la asociación progresista de Jueces para la Democracia (JpD) y única mujer que opta a presidir el Superior, Cinto ya se presentó al infructuoso primer proceso de elección, pero no obtuvo ningún respaldo. El voto útil de su corriente se lo llevó entonces Jaime Tapia, aunque éste parece ahora "descartado". El magistrado de la Audiencia de Álava sería el "peón de cambio" para forzar la retirada del respaldo conservador a su único aspirante, Fernando Ruiz Piñeiro.

La votación por parte del CGPJ tendrá que esperar hasta noviembre

Eliminados los candidatos que protagonizaron la votación de marzo, quedarían sólo Manuel Díaz de Rábago y la propia Cinto. Aunque integrantes de la misma asociación, el primero tiene más apoyos entre los vocales progresistas y la segunda es la favorita entre los que se mueven en la órbita del PSOE. Sin embargo, Díaz de Rábago resulta "inasumible" para la derecha ideológica, entre otras cuestiones, por sus pronunciamientos contra la Ley de Partidos. Esta circunstancia coloca a la presidenta de la Audiencia guipuzcoana en una posición tan ventajosa como "impensable hace algunas semanas".

Cábalas al margen, los dos bloques predominantes en el CGPJ se mantienen en sus trece y, de puertas hacia fuera, no descartan a sus candidatos. "Seguimos apostando por Ruiz Piñeiro. Porque desde su función gubernativa no vemos ningún obstáculo para su reelección y porque lo habitual es renovar al presidente por un segundo mandato", se insistió ayer desde la mayoritaria y conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM). Las mismas fuentes advirtieron que los vocales del Poder Judicial "pueden alterar su voto hasta última hora", pero definieron como "más factible" que el bloqueo se prolongue y haya que recurrir a "un tercer proceso de votación".

Aunque la incertidumbre presidió ayer la apertura del año judicial en el Superior, la última palabra la tienen los veinte vocales del Poder Judicial y su presidente. Nueve son de tendencia progresista y otros tantos de ideología conservadora. Los dos restantes son nacionalistas. Una vez presentadas las cuatro candidaturas, el CGPJ tendrá que evaluarlas y elevar una terna de aspirantes para la votación final, que "no debería demorarse demasiado". Lo más probable es que se celebre en noviembre. De resultar infructuosa, habría que recurrir, ya en 2010, a una tercera convocatoria.

En la votación de marzo, ninguno de los tres candidatos finales obtuvo la mayoría necesaria de trece apoyos. Tapia recibió los progresistas y nacionalistas, mientras que Ruiz Piñeiro logró los conservadores y el del presidente. Cinto se quedó entonces sin respaldo.