Con Obama
Supongo que, en el fondo, estamos todos deseando que alguien gane al Madrid o al Barcelona. Ojo, con Obama no podemos jugar a lo mismo. Su derrota será nuestro entierro. Está haciendo maravillas y, sobre todo, se alza como un convencido en luchar con urgencia contra el CO2. Parece que es un líder mundial que se da cuenta del abismo que el calentamiento abre ante nuestros pies, en frase de Barroso. En la ONU se muestra como el cimiento que necesita nuestro futuro sostenible.
Pero por un lado le están pegando fuerte los poderosos lobbies industriales mundiales por su audacia sanitaria y por otro les cuesta a otros líderes sumarse a la nueva agenda. Parece milagroso que pueda resistir.
Nos quedan 10 años para invertir la tendencia climática actual y para no cruzar la frontera hacia una inhóspita tierra desconocida. Razón de más para no admitir demoras y para que nadie se permita poner trabas al providencial Obama. Y menos los que tienen mucho poder. Sigo pensando que hace falta cuanto antes un Gobierno mundial para poder con ellos.
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