El plan de ahorro de Barberá choca con el gasto corriente
Alborch augura que se gastará más que el año pasado
El plan de austeridad con el que la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, pretendía ahorrar un 7% en partidas como la luz, teléfono y sellos, ha tropezado con un gasto corriente que no para de subir. Así lo refleja el estado de ejecución del presupuesto a 31 de agosto, que cuestiona el ahorro anunciado por el PP, afirmaron ayer la portavoz socialista, Carmen Alborch, y el concejal Juan Ferrer. "El gasto está descontrolado", criticó Alborch, que pidió mayor "rigor".
Barberá anunció la semana pasada que en seis meses se habían ahorrado 3,3 millones de euros, pero en la comparación con 2008 no incluyó el aumento del gasto por la subida de la luz, por ejemplo. El gasto "real", el que refleja la contabilidad local, es otro, destacó Ferrer. El gasto a finales de agosto se acercaba ya al total de 2008, y si se mantiene esa tendencia, el Ayuntamiento gastará 8,5 millones más en esas partidas, que sumaron el año pasado 27,9 millones.
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