El Volodos maduro
Tras el desmoronamiento de la Unión Soviética, la escuela rusa de piano inició la diáspora. De ello se benefició el resto del mundo y, sobre todo, el Occidente europeo y Estados Unidos, donde fueron a parar multitud de maestros dispuestos a salvar la esencia de una forma de ver el arte del piano que transmite como ninguna la solidez técnica unida a la creatividad en la interpretación. Con esas directrices, la historia del piano ha sido engrandecida en los dos últimos siglos.
Uno de esos profesores fue Dimitri Bashkirov, que recaló en España y formó a conciencia a uno de sus alumnos más brillantes, Arcadi Volodos. Hoy, éste es un pianista sólido que acaba de entrar en la madurez a sus 37 años. Su poder y su fuerte personalidad podrán disfrutarse el próximo martes en el Auditorio Nacional dentro del ciclo Grandes Intérpretes, de Scherzo, en el que se adentrará en un programa con obras de Scriabin -un compositor muy complicado del que Volodos es ya toda una referencia-, Ravel y Liszt.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.