El Deportivo también pesca ante el Xerez

No debe el Xerez caer en el error de conformarse con participar en la fiesta del fútbol de Primera. La anestesia que sufre se antoja aparejada a cierta vergüenza a la hora de desarrollar su fútbol, lo que le convierte en un equipo acomplejado al enfrentarse a equipos como el Deportivo, de mucha más tradición. La sensación de ser un recién llegado puede con este Xerez, incapaz de explotar hasta el fin sus virtudes, por escasas que se antojen éstas. Ayer desperdició toda la primera mitad y acabó suicidándose con el segundo gol en propia meta en lo que lleva de competición. Gioda cabeceó sobre su meta un minuto después de que Bermejo enviara un gran disparo a la escuadra, lo que dio paso a una incomprensible pérdida de papeles. Mal panorama se le pinta al cuadro de Ziganda, incapaz de estrenar su casillero en la Liga.

La puesta en escena del Xerez frente al Deportivo fue lamentable, sin atisbo de reacción a pesar de los cambios introducidos por Ziganda después de la debacle del Santiago Bernabéu. Al equipo adiestrado por Miguel Ángel Lotina le bastó con una pizca de oficio y la calidad de Filipe Luis y Guardado para hacerse con el control del juego. En un choque de escasa llegada, el mexicano forzó una falta al borde del área que Juca coló de forma impecable en la meta defendida por Renan. No le hizo falta mucho más al Deportivo para transitar con comodidad, pues la respuesta local se limitó a un lejano disparo de Abel.

Mejoró algo el Xerez con la entrada de Viqueira y Armenteros, pero su debilidad en ambas áreas es tan grande que el Deportivo no hizo nada del otro mundo para marcharse con un resultado de lo más cómodo y endosar al Xerez su cuarta derrota.