PSOE y PP demoran su postura sobre el 'blindaje' del Concierto en el Congreso

El temor del Gobierno central a abrir la reforma de dos leyes orgánicas, la del Tribunal Constitucional (TC) y la del Consejo General del Poder Judicial, como procedimiento para blindar las normas forales tributarias, está retrasando la toma de posición del Grupo Socialista en el Congreso sobre la proposición de ley del Parlamento, que votaron sus compañeros del PSE-EE, y también el PP, en Euskadi.

La primera reunión ayer del portavoz del PNV, Josu Erkoreka, con la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, no aportó un avance en esta cuestión que, por su relevancia, según coinciden todas las fuentes consultadas, será decisión final del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Con toda probabilidad, mediando una conversación con el presidente del PNV, Iñigo Urkullu. Salgado se limitó ayer a transmitir, según Erkoreka, la existencia de "notables problemas técnicos" y dificultades, ante los que consideró "conveniente explorar un acercamiento".

La relevancia de la requerirá la decisión final del presidente Zapatero

Rajoy debe optar entre desairar a Basagoiti o a sus 'barones' regionales

El PNV, en una situación de debilidad negociadora en Euskadi para sus diputaciones, trata de reforzarse en la utilidad de sus votos en Madrid. Como precondición a la negociación de los presupuestos del Estado ha puesto el blindaje, vía Congreso, de las normas forales de carácter fiscal. El calendario juega a su favor, como resaltó el dirigente Andoni Ortuzar: el PSOE tendrá que hacer efectiva su decisión, y votar la proposición del Parlamento, la segunda semana de octubre, antes de que el PNV deba hacer lo propio con las cuentas de 2010.

El temor del Gobierno a darle luz verde reside en que después debería remitir al Congreso sendos proyectos de ley conteniendo las modificaciones precisas para añadir el enjuiciamiento de esas normas forales a los cometidos del TC. Una vez abiertas ambas leyes, lo estarían a todos los efectos, y podría haber grupos que, durante el período de enmiendas, aprovecharan para tratar de introducir otras modificaciones en materias de difícil acuerdo. La cuestión es de tal envergadura que todas las fuentes consultadas dan por seguro que requerirá la intervención directa del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. En idéntica situación se encontrará el jefe de la oposición, Mariano Rajoy.

Al Grupo Socialista en el Congreso no le gusta que sus compañeros del País Vasco le hayan traspasado un asunto tan espinoso, que podría haber sido resuelto en la Cámara autonómica, sostienen, por la vía de la aplicación de la Ley de Armonización, Coordinación y Colaboración Fiscal, o de la reforma de la Ley de Territorios Históricos.

Está vía fue sugerida en junio por el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre. Si se trata de dotar de rango de ley a las normas forales tributarias, el Parlamento vasco puede hacerlo, sin depender para nada de Madrid. Pero ese procedimiento le plantearía al PNV problemas internos equivalentes, al menos, a los que puede acarrear al Ejecutivo central la modificación de dos leyes orgánicas, de modo que el partido de Urkullu ni se plantea contemplarla. La prueba fue la tajante apelación a la foralidad con que respondió a Aguirre el diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, secundado, además, por el PP. El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, fue claro ayer: que el PSOE revalide en el Congreso lo que votó el PSE-EE en Vitoria es "condición previa y básica" para hablar de presupuestos generales con el Gobierno de Rodríguez Zapatero.

En idéntica contradicción, aunque menos incómodo, porque no es suya la responsabilidad de llevar al Congreso los proyectos de ley, está Mariano Rajoy: tiene que mediar entre el PP vasco, que le pide que secunde la postura mantenida en la Cámara vasca, y su partido en las otras comunidades, singularmente las limítrofes de La Rioja y Castilla y León, donde gobierna. El presidente riojano, Pedro Sanz, ya advirtió, con ocasión de un anterior debate, de que, si se lleva a cabo la reforma, la recurrirá ante el TC antes de su entrada en vigor y también ante la Unión Europea. Alguien, sea Antonio Basagoiti, sea Sanz, quedará desairado en esta ocasión ante el debate en el Congreso.