Un país de locos
A la vista de la sentencia que resuelve que llamar "hijo de puta" al jefe no es motivo de despido, porque esta expresión es ya de uso corriente, no puedo menos de preguntarme si el jefe en cuestión, sin incurrir en desacato, le podría decir personalmente a sus señorías que esta sentencia es una putada, ya que le obligan a readmitir al empleado irrespetuoso.
También me pregunto si nuestros hijos, que no ignoran a estas alturas ni tan singular resolución ni tan usual expresión, podrán utilizar esta última cuando estén en desacuerdo, claro está justificado, con sus profesores, sin que en el futuro se considere desacato a la autoridad.
Y aún más, me pregunto qué opina nuestra querida ministra de Igualdad ante una expresión tan machista, que no va dirigida contra la persona a la que se pretende ofender, sino contra, dicho sea con todos los respetos, la madre que lo parió, ofendiendo con ello tanto a las madres como a las llamadas profesionales del sexo.
Utilizando otra expresión de uso corriente entre los jóvenes, este país está "to loco".
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