Mar se reserva el derecho a expropiar para transferir el suelo a piscifactorías
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Además de autorizar la piscifactoría de Cabo Touriñán, en plena Red Natura 2000, la Xunta del PP cambió el sistema de titularidad del suelo para las granjas acuícolas. Ya no será público en régimen de concesión, sino que serán las empresas las que lo gestionen. "Se acabó la confiscación de terrenos", aplaudió ayer en el Parlamento el diputado del PP José Manuel Balseiro. Más precavida, la conselleira de Mar, Rosa Quintana admitió que la Xunta podrá recurrir a expropiaciones cuando empresas y propietarios no lleguen a acuerdos.
Quintana compareció en la Cámara a petición propia para explicar las decisiones de su departamento relacionadas con el Plan Acuícola. Entre ellas, revisar el rechazo del anterior Gobierno bipartito a la granja de Touriñán, eliminar otras cuatro que no afectaban a la Red Natura por su "respuesta social" y cambiar el sistema de acceso a la propiedad del suelo. Esto último, para evitar que la Xunta se convierta "en un promotor inmobiliario" y agilizar los procesos administrativos. Pero Quintana no excluyó el recurso a las expropiaciones "de forma residual", para poner los terrenos a disposición de las empresas.
La oposición acusó a la Xunta de fomentar la especulación del suelo. Así se lo recriminó a la conselleira la socialista Marisol Soneira, que recordó que Pescanova adquirió los terrenos de Touriñán a un precio de 60 céntimos el metro cuadrado. Soneira consideró la revisión del plan acuícola del bipartito el sometimiento de todo el sector "al interés de una sola empresa", en referencia a Pescanova. Bieito Lobeira, del BNG, también denunció las "prácticas especulativas" promovidas por la consellería, y tachó de "auténtica aberración" el proyecto de Touriñán.
Por otra parte, la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, advirtió de que la devolución de los 1.900 millones será "un lastre" para los presupuestos hasta 2015: "Vamos a pagar un precio muy caro por un préstamo que nadie solicitó". El PSdeG acusó a Feijóo de llamar a la "insumisión" por decir que no hay dinero para pagar la deuda.
