Color para el casco medieval
Un proyecto busca la restauración cromática del barrio antiguo de Vitoria - El Centro de Oficios rescata el oficio de estucador
El color llega a las fachadas del casco medieval de Vitoria, aunque de momento sólo virtualmente. Un proyecto de la Agencia para la Revitalización Integral de la ciudad histórica (ARICH), a través de su Centro de Oficios, busca recuperar "la piel" de muchos edificios que han perdido su recubrimiento, además de la rehabilitación del aspecto original de los que mantienen el estucado exterior. El objetivo, que el barrio gane en luminosidad y, desde el respeto a la tradición histórica, ofrezca un aspecto singular que lo haga atractivo.
Mientras los estudiantes completan en estos días sus estudios teóricos, los profesores trabajan en el laboratorio de color para conformar un proyecto coherente que ofrecer al barrio. Ya están en marcha dos proyectos. Uno, el propio edificio del Centro de Estudios, en la calle San Vicente de Paúl; el otro, de propiedad privada, al final de la calle Correría. Además, se ha realizado la propuesta para la fachada de las oficinas de la Fundación Santa María, en la Cuchillería. Estas experiencias serán, además, las que marquen la forma de actuar en el resto del casco medieval.
En el proyecto participará una veintena de jóvenes, un 80% inmigrantes
La actual tipología del barrio acentúa la sensación de oscuridad
Gonzalo Arroita, gerente de la ARICH, apunta que el primer paso será dar a conocer y ofrecer a los vecinos la posibilidad de dar color a la fachada de su edificio. Asimismo, en el laboratorio de color podrán ver las propuestas, totalmente abiertas a su opinión, y una muestra virtual de cómo quedaría su respectiva fachada, así como sus costes. Con toda esta información podrán tomar una decisión. La iniciativa se presentará en una exposición a finales de año en el Centro de Oficios, cuando concluya su restauración.
El plan presenta además un aspecto de integración social y laboral. Los chavales que se están preparando estudian el oficio de estucador, ya perdido. "En Vitoria, con la moda de dejar el ladrillo a la vista, nadie sabe revocar fachadas con acabados, utilizando cal, áridos y pigmentos", comenta Paco Azconegui, director del centro. En esta tarea se emplea una veintena de jóvenes, un 80% inmigrantes, que llevarán a la práctica las conclusiones teóricas del laboratorio de color.
El diagnóstico del casco medieval ha puesto de manifiesto numerosos aspectos que incrementan la sensación de oscuridad, como el gris del cielo y el suelo, la estrechez de calles y fincas, la curvatura de las calles, con la consiguiente ausencia de horizonte, o la oscuridad de aleros y voladizos. La propuesta para recuperar la luz pasa por "romper la verticalidad mediante la aplicación de ornamentación geométrica, diversificar la paleta de colores existente, incorporar tonos claros a aleros y rejerías o restaurar detalles ornamentales originales", detalla Azconegui, a la espera de ofrecer los primeros resultados de una experiencia inédita en España.
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