Unió y CDC ahondan su división por las consultas soberanistas

Unió Democràtica y sus socios de Convergència volvieron a dar ayer signos de división interna para afrontar las convocatorias de consultas soberanistas a imagen de la celebrada en Arenys de Munt este fin de semana. El presidente de CiU y secretario general de Convergència, Artur Mas, aseguró que piensa "acompañar" a quienes promuevan este tipo de consultas. Mientras, Unió ha ordenado a sus concejales que se dediquen de lleno a atajar la crisis económica y, en la cuestión de los referendos, se limiten a no ponerles trabas.

Unió rechaza centrar el debate político en este asunto para no alejarse de la centralidad política, pero CDC mantiene un doble lenguaje. Mas defendió ayer "el derecho a decidir sin límites del pueblo de Cataluña", si bien reconoció que "un país no puede avanzar si no tiene mayorías sociales amplias que den apoyo a esta vía".

Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer en que no espera un "efecto contagio" de la consulta en Arenys de Munt y precisó que ésta no tiene "el más mínimo efecto" legal.

Al calor de la consulta de Arenys, el ex dirigente de Esquerra Joan Carretero, ahora impulsor de Reagrupament.cat, lanzó una nueva invitación al presidente del Fútbol Club Barcelona (FCB), Joan Laporta, para que se sume a su proyecto. Carretero, en declaraciones a Catalunya Ràdio, llegó a decir que no tiene especial interés en encabezar la lista de Reagrupament.cat y volvió a dejar en el aire la posibilidad de que Laporta se incorpore al proyecto político en el futuro.

Cansado de los guiños entre Carretero y Laporta de los últimos días, Mas recordó que a éste todavía le quedan "muchos meses" al frente del FCB.