Ocho décadas de provocación surrealista
Una muestra en Tabakalera celebra el 80º aniversario del estreno de 'Un perro andaluz' de Buñuel.- La exposición abre sus puertas el próximo viernes
Son sólo 17 minutos de cortometraje, pero han dado pie a 80 años de discusión, debate y miradas desconcertadas en la penumbra de las salas de proyecciones. Un perro andaluz celebra este año sus ocho décadas de vida, y sus fotogramas en blanco y negro siguen causando impacto en cualquier espectador. Para demostrar la vigencia de esta creación de Buñuel y Dalí, la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales ha recopilado documentos, fotografías y archivos audiovisuales en la exposición Un perro andaluz. 80 años después, que abre sus puertas este viernes en Tabakalera por primera vez en España.
"Adoro los sueños, aunque mis sueños sean pesadillas", solía comentar Luis Buñuel. Un encuentro entre el cineasta y su compañero de la Residencia de Estudiantes madrileña, el pintor Salvador Dalí, fue suficiente para poner en marcha el proyecto. Sin diálogos, sin lógica espacio-temporal ni mensajes ocultos tras sus escenas, este hito surrealista buscó romper con las convenciones racionales, impactar e introducirse en el subconsciente. Con el punto de partida de dos sueños de estos artistas, el cortometraje se presentó en Francia en octubre de 1929. Y desde entonces no ha caído en el olvido.
Una navaja que secciona el ojo de una mujer, hormigas que brotan de la mano de un ciclista o dos frailes maristas que ?junto con dos pianos y dos burros putrefactos encima? que aparecen de improviso en una habitación son algunas de las perturbadoras imágenes que han quedado grabadas en las retinas de los cinéfilos y en los anales del cine. "No se puede explicar un sueño", comenta a EL PAÍS Juan Luís Buñuel, hijo del autor de Un perro andaluz. Este cineasta niega todo tipo de lógica racional en la obra y, aunque se resigna a que "el que la busca, la encuentra", rechaza la obra como una pieza simbólica.
Su afán era tan provocador que "mi padre llevó los bolsillos llenos de piedras al estreno, por la reacción del público", cuenta. Y es que hubo más de 40 denuncias reclamando que se prohibiera el filme, pero Buñuel no tuvo la necesidad de emplearlas en el estreno y "las tiró discretamente" al salir, recuerda su hijo. En 80 años, lejos de perder su sentido, Un perro andaluz sigue vigente, influyendo a los artistas más alternativos de cada época. Aunque "hoy el público la acepta más", según Juan Luis Buñuel, el debate sigue ahí. "Se puede decir mucho aún. No es lo mismo cómo pensamos ahora y cómo pensaremos dentro de cien años", afirma el cineasta, que visitará esta semana San Sebastián con motivo de la muestra.
El cortometraje, costeado con el dinero de la madre de Luis Buñuel, ha pasado de las salas de cine a otros soportes como Internet. En Youtube un clip del ojo seccionado ha recibido cerca de 38.000 visitas. Con el objetivo de realizar un análisis profundo de esta película de culto, además de proyectar Un perro andaluz, Tabakalera mostrará fotografías, recortes de prensa, guiones, revistas y cuadros relacionados con ella, junto con fragmentos de películas de Buñuel y otros autores, y entrevistas grabadas con los dos artífices del singular proyecto.
Por otro lado, una publicación centrada en la obra y su autor y un montaje completarán la muestra. Pero como la exposición se presenta mañana, en vísperas del comienzo del Zinemaldia, el corto de Buñuel será analizado con las técnicas más novedosas de análisis fílmico, en el marco de los encuentros de escuelas de cine del festival. Lo hará el 23 de septiembre el analista de cine y ensayista Jenaro Talens con el programa informático Las líneas del tiempo, que se está desarrollando en el Institute de Recherche et d'Innovation del Centro Pompidou. Talens, que publicó un estudio sobre la obra 20 años atrás, realizará un desguace de la película con este programa interactivo que, según el experto, permite discutir, analizar y relacionar los planos con un procedimiento que antes se realizaba mediante fichas.
De este modo, tratará de mostrar la "lógica apabullante de Un perro andaluz, que no se basa en procedimientos normales de causa-efecto, pero sí en la lógica de la asociación libre". "Hoy vas al cine a comer palomitas", critica Juan Luis Buñuel. Defiende que el corto de su padre empuja a destinar los cinco sentidos al cine y a "pensar creativamente", puesto que parte del significado de la obra está en el espectador. San Sebastián podrá abandonar las palomitas y sumergirse en la complejidad de Un perro andaluz hasta el 8 de noviembre, una oportunidad que tendrán ciudades como Badajoz y Zaragoza en invierno.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.