El fin del 'milagro'
El mercado laboral valenciano ha sufrido uno de los aterrizajes más violentos. Si en 2006 la comunidad presentaba una tasa inferior a la media nacional, la última EPA ratificó el fin del llamado milagro valenciano: el desempleo llegó al 21,22%, dato sólo peor en Canarias y Andalucía.
El desmoronamientoempezó por la construcción, el 11,7% del PIB autonómico en 2007. El ajuste ha sido tan severo que el ladrillo aún es el primer productor de desempleados.
No le ha ido mejor a la industria. Lastrada por la caída de la construcción y de la demanda internacional, la producción de la cerámica descendió el 40% entre enero y junio. La consecuencia: el paro se ha disparado un 150% en Castellón, donde se concentran las fábricas. La crisis del automóvil ha golpeado la planta de Ford en Almussafes, que, tras cuatro regulaciones de empleo temporales, tramita ahora el despido definitivo de 600 trabajadores.
El turismo, otro de los puntales económicos, ha padecido especialmente el retroceso de visitantes británicos, primer mercado valenciano.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.