Pajín contra Pajín
La madre de la dirigente federal y otros ediles de Benidorm desafían a Ferraz por una moción de censura
En Benidorm la historia se repite. En 1991 fue una tragedia para el PSOE, cuando Eduardo Zaplana, con el apoyo de una tránsfuga socialista, se hizo con la alcaldía de la capital turística de la Comunidad Valenciana. 16 años después, está por ver que la iniciativa de los concejales del PSOE por hacerse con el control del Ayuntamiento de Benidorm con el apoyo de un tránsfuga del PP, no acabe en una farsa. De momento, este asunto ha logrado enfrentar a la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, con su madre, Maite Iraola, concejal socialista de Benidorm partidaria de la moción.
En Benidorm todo está a punto para una moción de censura que desplazará al actual alcalde, Manuel Pérez Fenoll, del PP, por el socialista Agustín Navarro. Los 13 votos del PSOE más el de José Bañuls, un tránsfuga del PP, conformarán una nueva mayoría en el Ayuntamiento de Benidorm, una localidad de 70.280 habitantes, que en verano llega a los 350.000 y un presupuesto que supera los 105 millones de euros.
Los concejales del PSOE quieren ganar la alcaldía al PP con el voto de un tránsfuga
La iniciativa de los ediles socialistas -que ya están estampando sus firmas para la moción- entre los que se encuentra Maite Iraola, madre de Pajín, choca de lleno con el Pacto Antitransfuguismo que ha firmado este partido. Leire Pajín, expresó ayer su "compromiso absolutamente claro" y su "respeto rotundo" al pacto que prohíbe las mociones de censura en los ayuntamientos con el apoyo de concejales tránsfugas.
Pajín, que reside en Benidorm prácticamente desde que nació, secundó la iniciativa del secretario general de los socialistas valencianos, Jorge Alarte, y se mostró contraria a la moción de censura: "La posición del partido es la misma que siempre ha sido y es la que conocen los compañeros de Benidorm. La misma que sería para cualquier militante se llame como se llame, viva donde viva y milite en la agrupación que milite". Los estatutos del partido establecen sanciones e incluso la expulsión para los concejales que vulneren el pacto antitransfuguismo suscrito en 1998 entre populares y socialistas.
El asunto es peliagudo. Cuando, el pasado 29 de agosto la dirección federal echó el freno a la moción de censura que los ediles de Benidorm estaban decididos a sacar adelante, Ferraz no descartaba, sin embargo, la moción si se mantenían las actuales condiciones de ingobernabilidad en la localidad alicantina.
Elena Martín, secretaria de Organización de la federación socialista valenciana y persona de confianza de Pajín, volvió ayer tras la reunión de la dirección valenciana a secundar la posición federal, si bien subrayó la crisis política que reina en la capital de la Marina Baixa e insistió en que el PP es el único responsable de esta situación. Los ediles de Benidorm han aplazado varias veces la formalización de la moción; la última vez con un ultimátum: que el alcalde Pérez Fenoll convoque un pleno extraordinario y se someta a una cuestión de confianza. El político popular no parece estar por la labor.
"Sabemos que ellos harán lo mejor", dijo Martín al referirse a la actuación del grupo municipal de Benidorm. La posible moción ha provocado una crisis en el seno del partido, pues la iniciativa de los concejales ha encontrado apoyo y simpatías entre los socialistas de Alicante. La situación pone en un auténtico brete tanto a Pajín como a Alarte, que se ha opuesto desde el principio.
La situación está tan enmadejada que la visita hoy a Valencia de José Blanco, el vicesecretario general del PSOE, podría modificar los planes del grupo municipal. En las filas del PP aprovechan entretanto para hurgar en la herida abierta. El vicesecretario de organización del PP, David Serra, volvió a pedir ayer la dimisión de Alarte por "carecer de liderazgo" para frenar la moción.
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