Castells culpa al Gobierno de no coger la crisis por los cuernos

El consejero de Economía de la Generalitat, Antoni Castells, afirmó ayer que el Gobierno central no está cogiendo el "toro" de la crisis "por los cuernos" y que no hace lo necesario para sacar a flote la economía. Castells resaltó que España tiene problemas específicos diferentes de los de otros Estados, porque tiene "un paro muy superior al de cualquier otro país" y un "endeudamiento exterior muy importante, (...) de manera que o hacemos nuestros deberes concretos en España o los demás saldrán de la crisis y nosotros no".

"No se acaba de coger el toro por los cuernos, sobre todo a nivel del Estado", insistió Castells en una entrevista a Catalunya Informació. "Nosotros hacemos

lo que podemos pero muchas cosas no dependen de nosotros". Fue entonces cuando el consejero defendió que el Gobierno debería aplicar una política de ajuste y reformas basada en un consenso político y social además de descartar la subida de impuestos. "Es un debate mal planteado y a destiempo", abundó Castells para recordar que los ministros del Eurogrupo y los dirigentes del G-20 son partidarios de no suprimir medidas de estímulo fiscal "que no son precisamente subir impuestos sino bajarlos o aumentar el gasto".

El consejero querría una voz más fuerte del PSC en Madrid

No fue ese su único lamento. Castells admitió que "muchas veces" ha echado de menos una "voz" más fuerte del Partit dels Socialistes (PSC) en Madrid. "Cuando Catalunya negocia con el Estado y el PSC dirige la Generalitat, la voz de nuestro partido en Madrid se debe hacer oír con una gran fuerza. Es fundamental", apuntó. Castells aclaró, sin embargo, que el presidente Montilla se expresa como debía, pero "la vinculación con el PSOE introduce unos condicionantes muy importantes en esta autonomía de expresión". Para Castells, el PSC debería sacar lecciones de la financiación: "Salimos con éxito, pero ha sido dura y hay cosas de las que hemos de tomar nota como la relación entre PSC y PSOE". Ante este panorama, avisó de que un fallo adverso del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto generará una situación de "enorme gravedad política".