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La Xunta retoma el viaducto de Noia sin conocer sus efectos en el marisco

Un nuevo informe vuelve a eludir el impacto negativo del que alertó Pesca en 2004

Con inusitada rapidez, el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Agustín Hernández, cumplió la promesa electoral del PP para retomar el polémico proyecto de construir un puente sobre la ría de Noia. Apenas mes y medio después de tomar posesión del cargo, sacó a información pública un estudio comparativo para "acreditar" que, frente a la variante diseñada en 2008 por el bipartito, una conexión que articula por el interior la localidad costera con su entorno y la comarca del Barbanza, la solución idónea es el viejo proyecto de un puente dibujado en 2005 por el último Gobierno de Fraga. Era conselleiro de Política Territorial el ahora presidente, Alberto Núñez Feijóo.

El Ayuntamiento rechaza el informe "por falta de datos y objetividad"
La ría produce más de 1.600 toneladas de berberechos cada año

El viaducto de 1,4 kilómetros cruzaría una de las rías de mayor importancia marisquera y un espacio natural protegido, declarado de importancia comunitaria, como el estuario del Tambre. Pero el nuevo informe de la Xunta pasa de puntillas sobre los consecuencias del futuro puente sobre los recursos naturales y marisqueros. Reconoce que la construcción, que el Ejecutivo desea tener lista en 2011, producirá "fenómenos erosivos y de sedimentación" y, a la vez, admite que "no se puede precisar con la información disponible los efectos que estos hechos tendrían en los recursos marisqueros". Todo "dependerá de la velocidad con la que se produzcan esos fenómenos". Y añade el estudio, redactado en condicional, que "si se tratase de un proceso lento, cabría la posibilidad de que las especies marisqueras vinculadas al hábitat pudiesen adaptarse a la situación paulatinamente mientras no se alcanza un nuevo estado de equilibrio".

Unos comentarios carentes de "rigor científico, técnico y administrativo" contra los que se indigna el Ayuntamiento de Noia en sus alegaciones. Es contrario al puente que partiría desde el área comercial de A Barquiña (tras enlazar con la carretera Muros-Noia y la futura autovía Brión-Noia) hasta la playa de Testal, donde se asienta la lonja noiesa y que se conectará en Taramancos con el vial hacia O Son. El gobierno municipal socialista refuta por su "absolutamente inapropiada falta de datos y objetividad" el nuevo informe de la Xunta. Y una de las razones no menores, alega, es que elude la riqueza de la ría y su importancia para la economía y la población local.

La ría de Noia, considerada una de las mayores despensas de berberecho de España (con 1.680 toneladas extraídas en 2008), además de ser rica en almeja y ostra, constituye un sector económico, social y laboral primordial. La cofradía noiesa, con 505 mariscadores a pie y otras tantas embarcaciones en las que faenan 1.223 personas, facturó el año pasado 12,38 millones por 2.138 toneladas de especies marisqueras. Los pósitos de Portosín, Porto do Son y Muros también explotan la zona.

La propia Consellería de Pesca, durante el último Gobierno Fraga, redactó en 2004 un estudio de impacto ambiental sobre la variante de Noia en el que se declaraba contraria a un puente sobre la ría. El mismo proyecto que ahora retoma la Xunta acarreará, según ese estudio, "un fuerte impacto sobre la calidad de las aguas, el sustrato y la fauna, con un prejuicio económico permanente sobre el sector pesquero y marisquero". El viaducto es una obra que durante su construcción y después "afectará negativamente los fondos, la calidad de las aguas" y sus recursos, con consecuencias sobre los bancos de marisco, además de tener impacto "de carácter severo" sobre la fauna que habita el estuario del Tambre. Advertía además Pesca de la obligación de la Xunta de compensar económicamente al sector "por las pérdidas que le ocasionará el puente en la fase de construcción y en la de explotación".

Pero este informe, subraya el Ayuntamiento noiés en sus alegaciones, fue obviado tanto por la consellería en la época de Feijóo en 2005 como ahora por el equipo de Hernández, que resucita casi íntegro el proyecto anulado en 2006 por el Gobierno bipartito. La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas ni siquiera se plantea redactar una nueva declaración de impacto ambiental de la obra por considerar que no se produjeron "cambios sustanciales".

Un argumento falso, según el gobierno noiés, ya que ahora hay nuevas leyes "de obligado cumplimiento" que afectan al proyecto, como la de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad (2007), el Real Decreto de la Ley de Evaluación Ambiental de Proyectos (2008) y la de Protección del Paisaje de Galicia. Además, el Ministerio de Medio Ambiente está redactando dos proyectos incompatibles con el puente: regenerar la playa de Testal y demoler la escollera, fundamental para el dragado de la ría que Noia lleva décadas esperando.

Un vial urgente

"Unos por otros, y la casa sin barrer". El popular dicho se ha convertido en comidilla entre los noieses, hartos del asfixiante tráfico que colapsa el centro de la villa. Este verano, con las calles levantadas por el Plan E, se baten récords en kilómetros de atascos. Son monumentales por las tarde al regreso de las playas.

Hay plataformas vecinales igualmente combativas a favor y en contra del puente sobre la ría. Y unanimidad en la urgencia de construir ya una infraestructura que desatasque el casco urbano.

Cuando en abril llegó el PP a la Xunta, estaba en redacción el trazado de la variante de conexión por el interior que no sólo aliviaría el tráfico desde Santiago hacia O Son o Muros, sino que articularía la comarca hacia Boiro.

Detractores contra esa alternativa que rodearía el núcleo urbano de Noia hay, y muchos, entre los centenares de afectados por la expropiación de fincas o por tener sus casas a escasos metros de una vía diseñada para una velocidad máxima de 100 kilómetros por hora. No obstante, el Ayuntamiento destaca que el puente sobre la ría, aparte del impacto ambiental y pesquero, afectaría en su municipio a seis casas, el doble que la variante interior. Y obligaría a renunciar a una escuela que la Xunta tiene en proyecto.

Ahora, la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras debe esperar informes de otros organismos oficiales para seguir adelante con el viaducto sobre la ría. Y entre ellos el importante dictamen de la Dirección de Costas del Estado sobre una obra que afecta de lleno el dominio público marítimo-terrestre. De nuevo, ya nadie se atreve a aventurar una fecha para un vial esencial y urgente.

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