_
_
_
_

El ex novio de Laura Alonso confiesa el crimen al saber que registrarían su casa

La joven de Toén será enterrada hoy a pocos metros del lugar donde fue hallada

Javier Cruz González, vecino de Toén (Ourense) de 32 años, confesó ayer haber matado a su ex novia, Laura Alonso. Fue después de que la Guardia Civil lo amenazase con registrar el domicilio familiar, que ayer se encontraba rodeado por las cámaras de los numerosos medios de comunicación destacados en el pueblo. Al cierre de esta edición, se estaba a la espera de que el supuesto asesino pasase a disposición de la jueza de violencia de género de Ourense, encargada del caso. Fuentes de la investigación descartaron que vaya a haber más detenciones, ya que se supone que Cruz actuó sin cómplices.

Laura Alonso será enterrada esta tarde. La joven de Xestosa-Toén descansará en el cementerio de su pueblo, a escasos metros del lugar en el que el sábado apareció su cadáver tras seis días de intensa búsqueda que movilizó a cientos de vecinos y a numerosas fuerzas de seguridad.

"Me la entierran como un ladrón", dijo la madre al saber que no habría velatorio

La familia de la joven, todavía muy impactada por el golpe, recibió ayer los restos mortales y la autorización judicial para realizar el entierro esta tarde. Será a las 19 horas en la iglesia parroquial. "Por fin nos avisó la funeraria de que les entregaban el cuerpo", comentaba a mediodía el tío abuelo de la joven y portavoz familiar, Manuel Olleros.

La jueza que instruye el caso recibió el informe preliminar del forense y dio por completada la autopsia que fue practicada el domingo por especialistas del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga). Se han extraído restos de ADN hallados en el cadáver, que han sido enviados al laboratorio de Madrid para el estudio complementario. También se ha solicitado un estudio bioquímico para detectar la existencia de posibles sustancias tóxicas en el organismo de la joven.

Los datos más relevantes estarán listos en un par de días, según reconoce el forense, Julio Feliz, quien ni confirma ni desmiente ("hay secreto de sumario") la tesis de que la prenda que apareció en el cuello de la joven hubiera sido utilizada como arma mortal.

Mientras la familia de Laura recibía los restos de la joven, su ex novio, Javier Cruz González, continuaba como único detenido en las dependencias de la comandancia orensana. Según le constaba a la Guardia Civil, el hombre, de 32 años y vecino de Toén, con el que la chica había mantenido una compleja relación sentimental, pasó con ella las horas previas a su muerte a pesar de que habían roto.

La policía judicial esperó a acumular más pruebas, tanto las derivadas de la autopsia como del análisis del entorno del monte de Toén en el que se encontró el cuerpo de la joven, antes de iniciar el interrogatorio.Hasta ayer, en los dos interrogatorios previos a su detención Javier Cruz había mantenido la tesis de su inocencia y contaba con la coartada de su padre, que aseguraba que durmió en la casa familiar la noche del domingo. Fue a media tarde, más de 24 horas después de su detención, cuando Cruz confesó finalmente.

Pese a que hasta que no declarase ante la jueza no necesitaba abogado, ha trascendido que Javier Cruz contrató los servicios de un bufete orensano antes de haber sido detenido, el mismo día en que los agentes de la Guardia Civil le tomaron declaración por primera vez. "Contratarán a los mejores, ahí hay dinero", sostienen los familiares de Laura, que han designado igualmente a una letrada para que asista a los interrogatorios judiciales.

Mientras, Toén mantiene sus tres días de luto y una gran tensión por razones de vecindad de víctima y detenido (el padre del sospechoso es concejal del PP y el abuelo de Laura fue candidato por el PSOE) la familia de Laura Alonso atraviesa los peores momentos de la tragedia. Sus padres se mostraban ayer especialmente abatidos, por no haber recibido autorización de Sanidade para celebrar el velatorio, debido al avanzado estado de descomposición en que se encuentran los restos de la joven asesinada.

Una semana después de la desaparición de la muchacha y tras la conmoción del encuentro del cadáver y la posterior detención de un vecino, la madre se vino ayer abajo. "Me la entierran como a un ladrón", lloraba cuando supo que no podría velar "como hace todo el mundo" a su hija.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_