El sector hotelero mantiene su apuesta por Euskadi a pesar de la crisis

La apertura del Guggenheim en 1997 marcó el inicio del despegue del nuevo Bilbao. La ciudad industrial quedaba atrás para dar paso a nuevas actividades de servicios y el turismo. Ante las nuevas posibilidades de negocio, los hoteles empezaron a proliferar en el área. Llegaron las grandes cadenas, los hoteles boutique y los de mediana categoría, hasta hacer crecer la oferta de plazas en el Bilbao metropolitano en la última década casi un 50%. En el resto del País Vasco, el despegue ha sido sensiblemente menor, por debajo del 20%. Pese a la crisis y las críticas por esa abundancia de oferta, las inversiones en el sector se mantienen. En los últimos meses se han abierto nuevos hoteles en San Sebastián (Astoria 7) y Vitoria (Gobeo Park, Boulevard y Holiday Inn), mientras que en Bilbao están en marcha dos proyectos (Gran Bilbao y otro establecimiento de la cadena High Tech) con sus obras ya avanzadas.

El director de comunicación del Hotel Ercilla de Bilbao, José Luis Martínez Caballero, cree que el crecimiento del sector resultó excesivo y ha traído consigo una caída de precios. "Los hoteles de Bilbao ya no viven del boom del Guggenheim", apunta. "Se crearon unas expectativas tremendas en una ciudad que estaba de moda, pero la realidad demuestra que no se han cumplido. Con los pies en el suelo era difícil pensar que el negocio hotelero iba a dar para tanto", añade.

La visión desde el organismo municipal Bilbao Turismo resulta radicalmente distinta. Su directora, Mercedes Rodríguez, defiende que la llegada de las grandes cadenas y el movimiento en el sector reflejan el atractivo de la capital vizcaína. "Las grandes empresas hoteleras no se equivocan. Planifican con años de antelación y no inauguran un hotel de la noche a la mañana. Si abrieron en Bilbao será porque ven posibilidades de negocio", enfatiza.

A diferencia de las voces del sector que critican el hiperdesarrollo hotelero en el Bilbao metropolitano, Rodríguez cree que la oferta resulta equilibrada y tiene la gran ventaja de que se trata de hoteles nuevos o recién construidos. Aún ve un déficit en la oferta específica para familias, con habitaciones más grandes o comunicadas, y en el segmento más bajo, el que atrae a jóvenes mochileros.

El sector sabe que la sobreoferta de plazas no supone un mal exclusivo de Bilbao. En ciudades como Madrid, Valencia, Barcelona o A Coruña ocurre lo mismo. Antonio Fernández Casado, director general de la cadena High Tech, entiende que en la capital vizcaína quedan segmentos con posibilidades de crecimiento, como lo demuestra su proyecto de reconvertir un viejo edificio del Casco Viejo en un hotel de cuatro estrellas con unas 60 habitaciones. Sus previsiones apuntan a que abrirá sus puertas a mediados de 2010. "Es un contrasentido que en Bilbao sea mayor la oferta de hoteles de cinco estrellas que de tres. Fuera de la zona del Ensanche y por debajo de las cuatro estrellas la oferta es escasa", explica.

DestinoBilbao, la asociación de hoteles que potencia la ciudad como destino turístico, cree que la única solución para ajustar oferta y demanda es la promoción. Su gerente, Fernando Sánchez Crespo, explica que este verano la asociación ha impulsado, con apoyo de la Diputación vizcaína, una campaña a través de las empresas de reservas que operan en Internet, el canal de distribución de mayor crecimiento en los últimos años. La promoción ha sido decidida por cada hotel, básicamente reduciendo precios.

A diferencia de Bilbao, la oferta hotelera de Guipúzcoa se ha contenido incluso en los años de bonanza económica. El moderado ritmo de crecimiento de la última década ha seguido el aumento de la demanda, destaca Joxean Arratibel, secretario general de la Asociación de Empresarios Hoteleros de Gipuzkoa (Aspagi). "San Sebastián no es un destino masivo. El volumen de visitantes debe de ser proporcional a las posibilidades de la ciudad y, como ha sido históricamente, apostando por un plus de calidad", indica.

En Álava, el crecimiento se ha centrado en Vitoria y la Rioja Alavesa, con hoteles de perfil medio-alto vinculados a las bodegas. Tras las últimas aperturas de hoteles de grandes cadenas en la capital provincial, la crisis ha paralizado nuevas iniciativas en la Rioja. Con todo, la Diputación observa la situación con optimismo. Hernando Lacalle, miembro del Departamento de Innovación y Promoción Económica, cree las incorporaciones de los últimos meses no han provocado una sobreoferta: "Ha descendido la actividad por la crisis, pero aún así el sector se maneja bastante bien. Álava tiene una oferta diferenciada, basada en lo verde, en el vino y la gastronomía, que no compite con los destinos de sol y playa. Y se puede beneficiar de la cercanía de Bilbao y San Sebastián".