Muere en Banyoles un menor arrollado por una conductora bebida

El Bicicrucis que se celebró el sábado en Banyoles (El Pla de l'Estany) acabó mal. Es una fiesta típica de la localidad con una tradición de más de 15 años que consiste en ir en bicicleta de bar en bar, bebiendo hasta la madrugada. Uno de los participantes, un menor de 16 años, murió atropellado a las seis de la mañana. La conductora dio 0,90 en el control de alcoholemia, más del triple de la tasa permitida. La mujer embistió también a otro joven que se recupera en el hospital Josep Trueta de Girona de una herida en la pierna.

Tras atropellar a los dos ciclistas, la conductora se dio a la fuga. Los agentes la detuvieron poco después en su casa, según explicaron fuentes municipales. A última hora de ayer estaba previsto que la mujer declarase ante los Mossos d'Esquadra. Las causas del accidente todavía se están investigando. El segundo ciclista implicado en la colisión, que se recupera en el hospital, dio también positivo en la prueba de alcoholemia.

El joven, de 16 años, participaba en una 'bicicletada' nocturna que va de bar en bar

El Ayuntamiento ha intentado prohibir el Bicicrucis por su peligrosidad

Los 779 miembros del grupo Bicicrucis, prou prohibició de la red social Facebook en Internet hacía días que alentaban la celebración de una nueva pedaleada nocturna. "Este fin de semana entrante hará un año que se celebró el Bicicrucis de verano. Creo que sería muy grande y muy bonito hacer uno este finde. La gente lo necesita", decía uno de los miembros.

La fiesta siempre ha estado rodeada de polémica en el municipio porque no está regulada, no hay unos organizadores identificados ni se sabe hasta último momento cuándo va a ser, ni la ruta que se va a seguir. Los jóvenes se avisan a través de mensajes de texto y a través de Internet, por redes sociales como la de Facebook. El plan de ayer consistía en salir a las diez de la noche desde la plaza de Rodes y recorrer nueve bares.

Hace unos años, el Ayuntamiento intentó prohibir la celebración por el peligro que suponen más de 300 jóvenes en bicicleta por la localidad bebiendo de bar en bar. En la Red se difundió un manifiesto en contra de la ilegalización con argumentos como que "beber es un derecho fundamental, inherente e inalienable al ser humano", que el "Bicicrucis es patrimonio cultural de la ciudad de Banyoles, además de una clara fuente de atracción turística" y que es "una manera innovadora y diferente de hacer deporte".

El concejal de Movilidad, Lluís Costabella (CiU), declinó ayer hacer declaraciones y remitió a la rueda de prensa que tiene previsto celebrar hoy el Consistorio. El portavoz de Esquerra Republicana, Joan Julià, acusó al equipo de gobierno de haber dejado al margen las políticas de juventud. "Hace falta que este tipo de fiestas se regulen y haya un control", dijo. Aunque admitió que es muy difícil establecer cualquier prohibición sobre el Bicicrucis porque se organiza de manera espontánea. "Se tiene que hacer un trabajo a largo plazo. Si no hay suficiente oferta privada, tendrá que hacerse cargo el Ayuntamiento", añadió y puso como ejemplo que ni siquiera tienen un cine.

Cuando la Policía Municipal tiene conocimiento de que entre 300 y 400 bicicletas van a tomar por una noche la ciudad, suelen hacerse controles de alcoholemia para evitar accidentes. El problema es que a veces se enteran el mismo día. Ayer los agentes realizaron más de 40 pruebas, según fuentes consistoriales. Al menos ocho ciclistas dieron positivo.