Los anuncios del verano

A la Xunta de Núñez Feijóo le place el verano para comunicar medidas que puedan levantar polvareda política. La decisión de paralizar los refuerzos en los juzgados, con el argumento de la "eficiencia" como bandera, se suma a una serie de anuncios estivales no por comunicados en periodo vacacional menos significativos.

Así, fue el último día de julio el escogido por la Consellería de Educación para presentar los resultados de la polémica encuesta sobre el gallego en las aulas. A pesar de que era una de las medidas estrella del programa del PP, a su defensa pública sólo acudió el secretario general de Política Lingüística y no el conselleiro Jesús Vázquez.

Todo lo contrario que a la puesta de largo de la galiña azul, el nuevo anagrama de las escuelas infantiles antes llamadas galescolas, en la que sí compareció Vázquez, la semana pasada, junto a la responsable de Traballo, Beatriz Mato. La "desideologización de la enseñanza", lema recurrente del titular de Educación, ha coincidido con una redistribución de fondos públicos a favor de los colegios del Opus Dei que segregan por sexo. En el último Consello del curso y sin que el presidente lo citase en la rueda de prensa posterior. También al calor de agosto.

Aunque Feijóo había prometido, en su llamada a la austeridad, no tocar educación ni de sanidad, la supresión de los turnos quirúrgicos de tarde en los hospitales públicos se ha realizado, con la conselleira desaparecida por descanso, con la excusa del ahorro. El penúltimo acto de la acción veraniega del Ejecutivo ha sucedido en dos partes. Lo que iba a consistir en la derogación del concurso eólico del bipartito se quedó en una suspensión. Problemas jurídicos impidieron a Industria cumplir con la promesa del PP.