"Hay saturación de palacios de congresos"

Cada mes de agosto Jon Ortuzar suma a sus responsabilidades como director del Palacio de Congresos y de la Música Euskalduna la presentación de las zarzuelas y obras de teatro que se representan en sus salas.

Pregunta. El Euskalduna centraliza la mayor oferta teatral de Bilbao en la Aste Nagusia. ¿Qué supone el teatro para el palacio?

Respuesta. Cuando nosotros aparecimos, en una época en la que todavía había teatros en Bilbao, se contemplaba cerrar en agosto. Había miedo a que nosotros supusiéramos una competencia para los teatros privados, pero su cierre ha sido una cuestión meramente económica. Ocupaban inmuebles que adquirieron valores enormes en el boom inmobiliario y, con una legitima pretensión, los propietarios quisieron rentabilizarlos, cosa muy difícil con una programación de teatro. Ofrecer teatro en agosto dejó de ser una opción y se convirtió en una obligación. Hemos ido incrementando la oferta, rentabilizamos un espacio y ofrecemos un servicio

"Nos da reparo decirlo, pero sigue preocupando la violencia"

"Los gastos razonables hay que mantenerlos en época de crisis"

P. ¿Y económicamente?

R. En el origen era una actividad marginal, pero ha ido ganando terreno. En este momento aporta mucho al ratio de ocupacion, al de asistencia y al número de eventos. Sin teatro no podríamos alcanzar un 94% de ocupación. Es rentable social y económicamente. Nos aporta dinero, porque nunca damos cheques en blanco a las compañías. No contratamos a nadie, ni vamos a caché. Alquilamos los espacios o vamos a porcentaje de taquilla. Tampoco regalamos las salas para determinadas actividades. Jamás.

P. ¿Nunca han tenido la tentación de producir un espectáculo?

R. No. Nunca es mucho decir, pero estuvo claro desde el principio que no íbamos a ser ni productores ni promotores. Somos receptores, pero no receptores que esperan con las manos en los bolsillos. Trabajamos para captar lo mejor.

P. No tienen mucha competencia.

R. Bueno, está el Arriaga. Y competimos con otras ciudades.

P. ¿Y por qué no siguen con el teatro el resto del año?

R. Difícil. Ofrecemos espectáculos puntuales. El auditorio tiene un nivel de ocupación altísmo y es difícil hacer un hueco. Hemos adaptado otras salas, pero son espacios de congresos y conferencias, que son actividades prioritarias.

P. ¿Resultan más rentables?

R. Socialmente, sí, por el impacto económico que generan.

P. ¿Compiten entre sí los palacios de congresos?

R. Brutalmente. Hay una saturación que está provocando mucha preocupación en los palacios. Ha habido eso de que "si esos lo tienen, nosotros por qué no". Crece la oferta, pero no la demanda en la misma proporción, que en los años buenos ha subido entre un 4% y un 6%. La oferta está sobredimensionada y creciendo de forma descontrolada. Muchas ciudades se convierten en competidores desleales. Regalan. Es desleal y un impago de impuestos. Si presto un servicio, facturo y genero un IVA. Si una ciudad regala el uso de un espacio público evita la recaudación del IVA.

P. ¿Con quién compite Bilbao?

R. Prácticamente con todo el mundo. Con Madrid y Barcelona para un congreso de 15.000 personas no, porque no tenemos infraestructura hotelera. Pero la mayoría de los congresos son de 500 personas, que los pueden hacer Barcelona y también Peñíscola. Estamos en el segundo nivel, con Sevilla, Zaragoza o Valencia, pero nos puede quitar un congreso Islantilla.

P. ¿Que plus hay que ofertar para ganar?

R. Lo que se valora es un destino, un conjunto formado por buenas comunicaciones, infraestructura hotelera y un atractivo general. Por tercer año consecutivo, el aspecto más valorado en una encuesta entre congresistas es la gastronomía. Nos da reparo decirlo, pero sigue preocupando mucho la violencia. Hay mucha gente que todavía se resiste a venir a Bilbao por ese motivo.Cuando vienen, en cambio, valoran la sensación de seguridad.

P. ¿Cómo es su relación con el Kursaal donostiarra?

R. Buena, pero es la competencia. Los congresos son rotatorios; si un congreso va a San Sebastián o Santander, en varios años no se plantea venir a Bilbao.

P. ¿Cómo les afecta la crisis económica?

R. Los grandes congresos no se ven muy afectados. Los más sensibles son los actos de empresa, en los que ya se nota el bajón. Estamos detectando una reducción del gasto. Calculamos que la facturación bajará entre un 10% y un 15% en 2009. La austeridad a veces es nociva. Ni en época de bonanza hay que despilfarrar, pero los gastos razonables, como un cóctel, hay que mantenerlos en época de crisis. Eliminarlos hace daño al sector y a las empresas. Pero me preocupa más la caída del patrocinio privado para actos culturales. En cambio, no baja la venta de localidades para espectáculos.