Valencia, el circuito más vacío

El Valencia Street Circuit, en el que se disputará este fin de semana el Gran Premio de Europa, será, salvo sopresa, el circuito más vacío de todos los que acogen las pruebas del Campeonato del Mundo de fórmula 1. Se han vendido unas 50.000 entradas de las 75.000 a las que ha quedado reducido el aforo del graderío, que el año pasado era de 112.000 espectadores. La organización aspira a alcanzar, como mínimo, 60.000, es decir, el 80% de su capacidad.

Así, Valencia acogería poco más que a la mitad de aficionados que el año pasado. El trazado, un circuito urbano creado en torno al puerto deportivo, no podrá repetir la hazaña de su primera edición, en agosto de 2008, cuando rozó el lleno, aunque con muchas críticas por la mala visibilidad desde algunas gradas.

La hostelería se queja: "Vienen la mitad de seguidores. Tenemos la mitad de clientes"

Valmor Sports, la empresa organizadora de la prueba, acusa, además de la inexperiencia y falta de tradición de la cita valenciana, la crisis económica y el desencanto instalado entre los seguidores de la fórmula 1 en un año en que las grandes escuderías han tenido muchas dificultades para obtener buenos resultados. Un año, además, en el que el ídolo local, Fernando Alonso, tampoco ha podido demostrar lo que es: un ganador. Un dato nada irrelevante. No en vano el 80% del público que el año pasado asistió a la carrera en Valencia era español. También lo sufrió Montmeló, que en el último gran premio perdió unos 30.000 espectadores respecto al año anterior, cuando acogió a 113.000 aficionados.

El circuto valenciano sólo ha agotado las entradas para la jornada del domingo en dos de sus gradas. Y lo ha hecho gracias a una innovadora solución: ofrecer entradas para dos de las 22 gradas del circuito, una general sin derecho a asiento y otra grada numerada, a 100 y 150 euros respectivamente para el día de la carrera. También se han vendido muy bien las mejores localidades, y las más caras, las de las gradas P3 y P4 -frente a la línea de meta-, a 480 euros, de las que apenas queda a la venta el 5%. El resto de las gradas, a entre 420 y 195 euros, están al 70% de su ocupación.

Así las cosas, esta gran cita deportiva no salvará el mal año para las tiendas, los restaurantes y los hoteles. Mientras en 2008 era prácticamente imposible encontrar un hotel en el que hospedarse el fin de semana de la prueba medio año antes de que ésta se celebrara, este año los hoteles tienen el 25% de sus plazas libres. En 2008 triplicaron los precios de sus habitaciones y, aun así, se aseguraron casi el lleno. Ahora promocionan ofertas y descuentos de entre el 5% y el 20% y cruzan los dedos para que los planes de ultimísima hora llenen sus habitaciones.

A los restaurantes les ocurre prácticamente lo mismo. Las reservas se sitúan al 50%. "Vienen la mitad de espectadores y tenemos la mitad de clientes", se lamenta José Palacios, vicepresidente de la Federación Valenciana de Hostelería.

La única nota positiva la ofrece la fotografía de La Marina: casi un centenar de embarcaciones seguirán la prueba desde el mar. En 2008 solo hubo 52. Este año los bolsillos más acomodados repiten y hasta se duplican. Ellos pagarán entre 2.700 y 50.400 euros -en función de la zona elegida y de las dimensiones del yate en cuestión- por disfrutar de la fórmula 1 este fin de semana.