La mitad de los grandes municipios no descuentan puntos del carné

Un conductor cazado mientras habla por el móvil en la ciudad de Madrid se lleva una multa y tres puntos menos en su carné. Si a ese mismo conductor le sorprenden al teléfono en Parla sólo tendrá una sanción. Es uno de los municipios madrileños que todavía no están conectados al sistema de la Dirección General de Tráfico (DGT), encargada de detraer los puntos del permiso a los infractores desde que se implantó este sistema, hace tres años. Y Parla no es una excepción. En la mayoría de los núcleos urbanos de los grandes municipios de la Comunidad las multas cuestan dinero, pero no puntos.

En Madrid hay 27 localidades con más de 20.000 habitantes. Las más pequeñas no suelen tener el personal necesario para tramitar las multas y dejan la burocracia en manos de la DGT. Entre estas 27 grandes, sólo seis aseguran que están conectadas al sistema de Tráfico. Las encabeza Madrid, la primera que puso en marcha el sistema y la ciudad española que resta más puntos. Además de la capital, se declaran al día Alcalá de Henares, Torrelodones, Valdemoro, Móstoles y Pinto. Al cuestionario planteado por EL PAÍS, cinco consistorios no supieron responder si tienen el sistema operativo (Torrejón de Ardoz, Ciempozuelos, Majadahonda, Tres Cantos y Galapagar). Los 16 restantes, que suman una población de 1,4 millones de personas, declaran que no están conectados a la DGT. El signo político no tiene nada que ver aquí. Las hay tanto gobernadas por el PP (Boadilla del Monte, San Sebastián de los Reyes, Pozuelo de Alarcón, Alcobendas y Arganda del Rey), como por el PSOE (Coslada, Getafe, Fuenlabrada, Alcorcón, Leganés, Parla y Collado Villalba) o por IU (San Fernando de Henares y Rivas Vaciamadrid). Dos de ellas, Las Rozas y Colmenar Viejo (ambas del PP), utilizan el mismo procedimiento que las localidades menores: remiten directamente los expedientes a Tráfico. Esto quiere decir que en sus calles sí se pierden puntos.

La DGT asegura que sólo depende de los ayuntamientos cumplir la normativa. Un portavoz explica que no les cuesta dinero, que tienen todas las facilidades por parte de Tráfico y que lo único que impide conectarse al sistema es la falta de interés. Los consistorios consultados dan otras razones. La mayoría aduce que no tiene conexión por falta de compatibilidad entre los sistemas informáticos.

Cuando la conexión de los sistemas es óptima, al mismo tiempo que los funcionarios locales tramitan la multa, la información es remitida automáticamente a Tráfico. Entonces, en caso de que la infracción sea grave o muy grave, la DGT quita los puntos correspondientes al conductor. En los municipios en que los sistemas todavía no están sincronizados, las multas se quedan en sanciones económicas sin más repercusiones.

Las justificaciones entre las localidades que no están conectadas son variopintas. Algunas son variantes de los problemas técnicos; otras van más allá. Por ejemplo, en el Ayuntamiento de Alcalá de Henares, cuyos conductores pierden puntos en la ciudad desde hace sólo un mes, explican que acaban de sumarse al sistema porque antes Tráfico no les había "remitido el procedimiento por el que había que transmitir las sanciones". Mientras, en Collado Villalba tienen desde hace poco la gestión de las multas de tráfico, y un portavoz municipal explica que todavía no han tenido tiempo de conectarse al sistema informático de la DGT, pero que acumulan las sanciones que ponen para enviarlas en su día y aplicar la correspondiente detracción de puntos. Algo así sugiere el Ayuntamiento de Leganés, que quiere tener el sistema listo el 1 de octubre. Entonces enviará todas las multas con carácter retroactivo.Un municipio que tiene intención de ponerse pronto al día en el sistema de comunicación de infracciones es Alcorcón. Sergio Ruiz Platero, subinspector jefe de la policía municipal, argumenta que la Administración a veces saca legislaciones "que son buenas" pero que a los municipios les cuesta poner en práctica "por razones materiales". "Nosotros no teníamos ni personal ni recursos informáticos para asumir todo el proceso", relata. Hace un año y medio crearon un Departamento de Sanciones para tramitar todos los cambios. Han subsanado los problemas de recursos y el 15 de septiembre comienzan a tramitar la retirada de puntos. No se consideran "insumisos" porque "no ha habido ninguna voluntad de oponerse a la norma, sino un proceso de adaptación a ella".

El subinspector jefe llama la atención sobre el hecho de que las sanciones que implican pérdida de puntos dentro de un municipio son proporcionalmente pocas porque en ciudad se registran menos faltas graves. "El 75% de las multas que tramitamos son muy leves: por aparcamiento y cosas por el estilo. Y las muy graves, que se dirimen en un ámbito penal, no las tramitamos nosotros".

La discusión entre la DGT y los municipios que no descuentan puntos encierra no pocos reproches mutuos. A pesar de que Tráfico insiste en que los consistorios tienen toda la responsabilidad, el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón informa de que sigue pendiente que la DGT le envíe el convenio mediante el cual se comunican las infracciones para que Tráfico ejecute la retirada de puntos. "No obstante, la Policía Municipal sí comunica las infracciones muy graves, como pueda ser una tasa de alcoholemia que suponga la retirada del carné", añaden.

La de conducir bebido es, precisamente, una de las infracciones más frecuentes en ciudad, según la DGT. Además de que puede llegar a ser delito, resta seis puntos del total de 12 con el que empiezan los conductores. Las otras infracciones que más comúnmente implican perder puntos en casco urbano son no llevar puesto el cinturón de seguridad o hablar por el móvil (tres puntos) y aparcar en un lugar peligroso para la circulación o los peatones (dos puntos).

Hay muchas otras conductas al volante que también influyen negativamente en el saldo del permiso, pero son más frecuentes en las carreteras (competencia de la Guardia Civil, excepto en el País Vasco y Cataluña). Casi el 90% de los puntos que se han perdido desde que está en vigor esta modalidad de permiso ha sido en este tipo de vías. En la cuenta resulta determinante que fuera de ciudad sea donde más infracciones y más graves se registran, pero también puede influir el hecho de que muchos municipios todavía no notifiquen pérdidas de puntos.

La DGT amenaza con ponerse dura con los municipios que no se adapten a su sistema. Ya hace más de un año anunciaba a este periódico que estudiaba no facilitar a los ayuntamientos el listado de conductores y vehículos, imprescindible para los policías locales a la hora de poner multas. De momento, nada de eso ha sucedido aunque en Tráfico siguen barajando la medida como castigo a los consistorios que sigan haciéndose los remolones a la hora de restar puntos.