Espectáculos con cuentagotas
Sólo seis teatros de Barcelona están abiertos durante el mes de agosto
"Barcelona funciona como hace 20 años, pero hace tiempo que no todo cierra en agosto, ni la gente desaparece un mes entero de la ciudad. No tiene sentido que teatros y salas de concierto se paralicen de esta manera", dice Joan Mas, gerente de Mas i Mas, que desde hace siete temporadas llena el vacío de conciertos en agosto con una oferta musical que este año llega a los 150 espectáculos. Afirma que le va bien y considera que debería tomarse ejemplo de otras ciudades europeas, donde más que disminuir, la oferta de espectáculos aumenta en verano.
Madrid, por ejemplo, tiene esta semana una cartelera con 15 teatros abiertos, algunos de ellos públicos, y la programación de los Veranos de la Villa en activo hasta el 23 de agosto. El contraste con la cartelera de Barcelona es demoledor. Sólo seis teatros con programación que se quedarán en cuatro la próxima semana. Y habrían sido tres si ayer no hubiera anunciado el Tantarantana que por primera vez avanza el inicio de su temporada y estrena el viernes Invisibles, de la compañía La banda (teatro de humor). "Una ciudad como Barcelona se merece más actividad. Hay público para ello", afirma Julio Álvarez, director de la sala. "La vida laboral ha cambiado y, además, hay visitantes con ganas de oferta cultural", añade, al tiempo que reconoce que se ha animado viendo los buenos resultados de otras salas alternativas, como el Versus Teatre y el Gaudí, dirigidas por Ever Blanchet y pioneras en hacer el agosto teatral.
En Madrid ahora hay 15 teatros abiertos y algunos son públicos
Desde hace ocho años, el Versus presenta la pretemporada Avantime, que "ocupa a unas 112 personas", afirma Blanchet. Es consciente de que estrenar antes de la Mercè es difícil, porque los teatros no se llenan. "Nosotros este año hemos pinchado en algunos espectáculos, pero conseguimos llenos en otros, como Romeo y Julieta, en el Gaudí, o Desig d'opera, en el Versus. Además, así ya estamos rodados cuando empieza la temporada", apunta Blanchet.Para Ever Blanchet, la demanda existe, pero falta más oferta, por lo que se alegraría de que los teatros públicos ofrecieran también propuestas o colaboraran, al menos, con los privados para ofrecer en sus salas programas más ambiciosos.
De hecho, toda la oferta teatral de verano en Barcelona es privada. Se acaba el festival Grec y llega el páramo. El grupo Focus mantiene abiertos el Condal, con la comedia de Joan Pera La Glòria del mercat (hasta el domingo); el Romea, con la reposición de la coreografía de Maria Rovira El salt del Nijinski, que también acaba el 23 de agosto, y el Goya, en donde hasta finales de mes puede verse el espectáculo de percusión y baile Camut. Un portavoz del grupo explica que la ocupación es mediana -la que más, en el Romea, no llega al 60%, aunque la afluencia, dependiendo de los días, es variable y anoche había poco público- y eso que dos son montajes de danza sin texto que permiten atraer a los turistas que visitan la ciudad.
En música la amplia oferta del festival Mas i Mas copa buena parte de la programación. Hay para todos los gustos. Desde música clásica, en el auditorio de La Pedrera, con tres conciertos diarios, hasta el tecno en la sala Moog, que cada noche se llena a reventar, pasando por el flamenco en Tarantos, que atrae a mucho público, y el jazz, en Jamboree. Para los conciertos con tirón, el festival cuenta este año con la sala Luz de Gas, donde Txell Sust presenta hoy su disco Ciudadana universal. El festival, que Marianne Faithfull abrió el pasado 29 de julio en el Auditori, será clausurado en el mismo espacio 4 de septiembre por el grupo Jarabe de Palo. Joan Mas lamenta no poder disponer en agosto de escenarios como el Auditori, el Palau de la Música y el Liceo, cerrados por vacaciones. "El Teatre Grec, que el año pasado pudimos utilizar, es un espacio absolutamente desaprovechado al que se podía sacar mucho partido cuando termina el festival Grec", comenta. Esta opinión la comparte Blanchet.
También en plena canícula, Razzmatazz y la sala Apolo no cierran por vacaciones. En la primera, viernes y sábados ya de madrugada se ofrecen conciertos de grupos extranjeros cañeros. En la sala Apolo hay oferta casi diaria, desde sesiones de pinchadiscos a rumberos, pasando por conciertos de artistas nacionales.
Los miércoles, de julio a finales de agosto, Caixafòrum ofrece en su ciclo Noches de Verano lecturas poéticas, representaciones teatrales y conciertos de estilos que van entre la música clásica y las músicas del mundo y el gospel (son de entrada gratuita).
El Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), por su parte, acoge un año más el festival de cine al aire libre Gandules, que de martes a jueves ofrece en el Pati de les Dones una programación que este año explora la relación entre el séptimo arte y la música con filmes de directores como Clint Eastwood, John Cassavetes, Jim Jarmusch y Francis Ford Coppola, entre otros. Además, las sesiones, que cuentan con gran número de seguidores, sirven también para presentar las producciones propias de cortometrajes auspiciadas por el CCCB.
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